Que estamos en un momento complicado, nadie lo discute. Que para muchas familias la situación es insostenible, es evidente. Que a pesar de vendernos la película de la recuperación económica y de que de una vez por todas ya hemos pasado lo peor de la crisis, pocos se lo creen.
Y si nuestros problemas siguen persistiendo ¿qué han hecho nuestros gobernantes para poner solución a los múltiples problemas que afectan a sus ciudadanos? Pues probablemente la respuesta a esta pregunta sea doblegarse a los poderes económicos, y olvidarse de quienes han padecido sus malas políticas y el latrocinio continuo de buena parte de aquellos que elegidos para ejercer de servidores públicos prefirieron servirse de su cargo público para el lucrarse de manera ilícita.
Y llegados a este punto, donde vemos que no se nos están dando soluciones a tantos y tan graves problemas –desempleo, condiciones laborales cada día más precarias, desmantelamiento del estado del bienestar y de las administraciones públicas, pérdida de la vivienda, imposibilidad de cubrir algunas de las necesidades más básicas, etc.- ¿qué se puede hacer? Moverse, informarse, organizarse y luchar. Porque lamentarse en voz baja y esperar que las cosas se arreglen por si solas no es una opción.
El que suscribe estas líneas no es ningún político, ni un economista, ni un gurú experto en el desarrollo personal, ni alguien preparado para acaudillar a las masas en una cruzada contra quienes nos han llevado a la ruina, simplemente soy un ciudadano más consciente de que era mejor intentar buscar una luz que lamentar la maldita oscuridad, en la que nos habían sumido quienes dirigen y han dirigido política y económicamente este país. Y en esa búsqueda de soluciones, y tras sentir que todas aquellas iniciativas emprendidas a título individual de poco habían servido, he optado por depositar mi confianza y dar mi apoyo a Podemos, un nuevo movimiento político y social nacido del descontento de un pueblo cansado del inmovilismo y de la manipulación a la que se nos ha venido sometiendo por parte de los partidos políticos de siempre.
Yo no sé si Podemos tendrá la solución a todos nuestros males –soy lo suficientemente listo como para saber que es difícil enderezar el rumbo en un país que tiene la segunda mayor deuda externa del mundo y cuenta con cinco millones largos de desempleados-, pero como mínimo sus propuestas difieren mucho de la de los grandes partidos de este país, que han sido los que nos han llevado a la ruina. De entrada anteponen a las personas y los derechos fundamentales a los mercados y a los poderes económicos, y no tiene que soportar la pesada losa de la corrupción con la que cargan la mayoría de partidos del espectro político de este país.
Otra de las ventajas con las que cuenta Podemos es tener una libertad de movimientos que los demás partidos no tienen al no tener su futuro hipotecado con el poder económico a causa de su financiación. Podemos no le debe un euro a los bancos ni a las poderosas empresas de este país, que casualmente siempre son las que se adjudican los más importantes contratos públicos y donde es fácil ver a más de un expolítico en sus consejos de administración.
Por lo tanto desde aquí os animo a todos aquellos deseosos de luchar y trabajar por la recuperación del estado del bienestar, por devolverle a la palabra democracia su verdadero significado y por conseguir un país más justo que no lo dudéis y participéis desde el Círculo Podemos de vuestro pueblo, barrio, ciudad o gremio.
MSNoferini