Esta mañana he leído en un periódico una noticia que me ha sorprendido bastante. Bueno, en realidad no me ha sorprendido la noticia, sino el hecho de que no la hubieran publicado antes (si lo han hecho, yo no me había enterado).
Llevo toda la vida intentando ceñirme a mi horario de trabajo; está claro que si alguna vez te toca quedarte a echar más tiempo por algo puntual, lo haces y ya está. Aunque claro, tengo gente cercana a la que parece que le cuesta trabajo entender que no siempre es necesario hacer más horas para estar mejor considerado, y por supuesto que no es necesario estar en el curro perennemente para ser el primero en llegar y el último en marcharse, y lógicamente haciéndose notar para que todo el mundo se entere... En cualquier caso, creo que esta afirmación daría para un debate largo y tendido porque hay opiniones para todos los gustos. Pero yo sigo en mis trece: mi horario es mío y además hay vida después del trabajo, por lo menos en mi caso; que hay algunos a los que parece que no los aguantan en casa y por este motivo se deben de pasar tanto tiempo trabajando (o al menos en el trabajo).
Siempre he pensado que el famoso refrán que dice aquello de "el trabajo es salud" es una milonga que se han inventado algunos para que nos la creamos. Y a mí nunca me han llegado a convencer, a pesar de que el refranero popular me parece de lo más sabio; sin embargo en este caso creo que se ha columpiado. Total, que hoy al leer la noticia me he puesto de lo más contenta; claro que como no soy un medio de comunicación conocido, a mí nadie me hacía caso. Eso sí, yo no llegaba al extremo de afirmar que hacer horas de más podía incluso ocasionar problemas cardíacos, pero a ver si ahora que han publicado esto los periódicos resulta que es más cierto que cuando yo decía que el trabajo era sólo trabajo, ni salud ni nada. Vamos, que conmigo no cuenten para hacer el pringao, que ya lo he hecho alguna vez y no me apetece volver a las andadas...