Título: Por siempre ¿felices?Autora: Taylor Jenkins Reyd Editorial: TitaniaNúmero de páginas: 320
ISBN: 9788492916948
Precio: 6 €
Puntuación: 5
El matrimonio de Lauren y Ryan está en punto muerto, al borde de la ruptura.
Ellos saben que se quieren, pero no son felices, ni siquiera se soportan. ¿Cómo han podido llegar a esta situación? Tienen que hacer algo drástico si no quieren terminar mal. Así que se les ocurre un plan poco convencional: estar separados durante un año y no tener contacto entre ellos. Esta nueva situación les servirá para conocerse mejor a ellos mismos, para saber si se echan de menos, si quieren volver a estar juntos e incluso si siguen enamorados. Lauren se embarcará en un viaje de autodescubrimiento. La influencia de amigos y familiares, así como su proceso curativo personal y los desafíos que supone su vida lejos de Ryan, empezarán a cambiar la percepción que Lauren tenía sobre el matrimonio y la monogamia, la pasión y la fidelidad, el amor y el sexo.
¿Realmente van siempre de la mano? Y si no es así, ¿qué es lo que realmente hace que una relación funcione?Malditas expectativas. Tenía muchas ganas de leer los otros títulos de la autora después de lo mucho que me gustaron Los siete maridos de Evelyn Hugo y Daisy Jones & The Six. Además, ¿matrimonio en crisis? ¿Segundas oportunidades? ¿Replantearte la vida y el amor? Esta sinopsis estaba hecha para mí.
Pero sí, lo que me ha pasado con Por siempre ¿felices? se podría resumir fácilmente: esperaba mucho más de este libro, y no ha sido para tanto. Lauren y Ryan llevan juntos 11 años y su matrimonio está en plena crisis: parece que ya no saben escucharse, todo son reproches y rencores. En definitiva, parece que han dejado de quererse. La cosa no puede seguir así y deciden tomarse un año separados, viviendo cada uno su vida, para reflexionar y averiguar si realmente quieren luchar por su matrimonio o si realmente el amor se ha acabado y lo mejor es que cada uno siga por su lado. Esta idea me encandiló desde el principio y la trama parecía perfecta para mí. Pensaba que se convertiría en uno de mis favoritos del año, y ha resultado ser ni fu ni fa.
Empecemos con las cosas buenas: el libro no es muy largo y se devora. Esta autora tiene un don para escribir con agilidad y con ligereza, y las páginas pasan volando. Además,si que es cierto que deja algunas frases muy bonitas y conmovedoras, y que durante ese año separados Lauren aprende algunas lecciones sobre sí misma, sobre la vida en general y sobre su relación. No creo que sea un mal libro, simplemente si esperáis algo muy profundo que os cambie por dentro, creo que no es el caso de Por siempre ¿felices? Para mí ha sido una lectura demasiado descafeinada, de estas que se olvidan en poco tiempo y que, aunque se leen con facilidad, no terminan dejando huella.
Creo que en general Lauren no hace tantas cosas durante ese año crítico en su vida. La primera mitad prácticamente se la pasa lamentándose y sintiéndose miserable. Luego se centra más en su familia y en las relaciones entre ellos. Esto me gustó más, ya que tiene más salseo y más chicha, pero sí que es cierto que algunas escenas con su familia se me hacían algo empalagosas. Al final, me dio la sensación de que Lauren aprende un par de cosas, sí, pero que termina prácticamente donde empezó. Esperaba un año más intenso, con más revelaciones sobre sí misma y sobre el amor, con mucho más crecimiento personal y más cambio. No vi tanta renovación en ella ni tanto autoconocimiento, como corresponde después de semejante crisis. Es lo mismo de siempre: esperaba algo más profundo e íntimo, algo que me removiera los sentimientos y me dejara pensando, y ha sido todo mucho más light de lo que me esperaba.
Lo que terminó de rematarlo todo fue el final. Todo lo que pasa con la familia de Lauren me pareció un poquito de telenovela, como demasiado precipitado y demasiadas casualidades. Pero esto lo podría haber pasado por alto si el reencuentro entre Lauren y Ryan hubiera cumplido las expectativas. No lo hizo. Después de un año separados, me esperaba que se sentaran y tuvieran una larga conversación sobre sí mismos, sobre lo que han aprendido, sobre lo que quieren cambiar, sobre su matrimonio y cómo abordarlo a partir de ahora. Había mucho que discutir, pero no encontramos nada de eso. Lauren y Ryan APENAS hablan en el reencuentro y todo ocurre un poco como por arte de magia, un final muy cursi y casi como de cuento de hadas. Esperaba algo mucho más maduro y más realista.
Por siempre ¿felices? no es una mala novela y entiendo que haya gente que la haya disfrutado, pero yo llevaba demasiadas expectativas.Esperaba un libro profundo que reflexionara sobre el matrimonio, el amor, el paso del tiempo y la relación con uno mismo, y me he encontrado una historia entretenida pero más bien superficial. Es un libro que para mí ha pasado sin pena ni gloria cuando esperaba que me dejara huella.