Septiembre 2015, Vergara / 416Pág. / 17.50€Serie: 2º Novias de Nantucket
Esta segunda historia tiene como punto de partida la boda de Alix y Jared (Amor verdadero) en Nantucket. Allí estarán la mayoría de personajes que pudimos conocer en la primera historia pero también primos lejanos de los Montgomery. Entre ellos Graydon y Rory. Ambos son hermanos gemelos venidos desde un país lejano y poco conocido: Lanconia. Graydon es el futuro rey, comprometido en matrimonio con una mujer que no ama pero que contribuirá a hacer mejor su país. Rory por su parte siempre ha sido el segundón, el hermano sin oficio ni beneficio, el conquistador y seductor. Pero esa noche todo cambiará. Al igual que en la primera alrededor de toda la historia hay un aura de magia antigua y leyendas. En esta ocasión es sobre príncipes de Laconia y su verdadero amor.Nadie en el mundo es capaz de distinguirlos, aquella mujer que lo consiga es el amor verdadero de uno de ellos. Y justo esa primera noche, en esa boda habrá alguien que lo logre: Toby.La novela consta de algo más de cuatrocientas páginas y, para mí sorpresa, las doscientas primeras las leí sin apenas darme cuenta. Me enganchó Graydon y su forma de ser, sus ansias de convertirse, al menos por una semana en una persona normal. No tener guardaespaldas y gente de servicio a su alrededor todo el tiempo. Graydon decide tomarse unas vacaciones y que Rory ocupe su puesto en Lanconia. Lo hace por, como digo, sentirse una persona normal, pero también para poder pasar tiempo con Toby. Sabe que ella posiblemente sea su amor verdadero, pero su obligación y lealtad para con su pueblo es demasiado grande. Cuando acabe la semana tendrá que regresar y casarse con una mujer que no ama.
La relación entre ellos es bonita, se basa en la afinidad y la pasión reprimida. Es un continuo "quiero y no puedo" Graydon desea lanzarse y por una vez en su vida actuar sin pensar en los demás pero por otro lado no puede olvidar la obligación que tiene para con Lanconia. Finalmente tendrá que elegir entre amor y deber.La primera parte se basa por completo en el conocimiento entre Toby y Graydon. Esta es una mujer fresca e ingeniosa que, aunque sabe la procedencia de Graydon, lo trata con mucha camaradería y amistad. Su trabajo en una floristería y sus próximos encargos para llevar a cabo varios enlaces matrimoniales serán parte importante de la historia. Pero ahí no quedará todo. Quienes hayáis leído la primera historia sabréis que los protagonistas, en ocasiones, pueden “viajar” al pasado mediante sueños y descubrir qué ocurrió en la época más convulsa entre los Montgomery y los Taggert. Toby, por casualidad, comienza a entrar en una casa antigua del pueblo y es allí donde se reencontrará con sus antepasados. En esta segunda mitad de la historia los viajes a principios del siglo XIX tanto de Toby como de Graydon se harán cada vez más continuos y viviremos prácticamente dos historias de amor al mismo tiempo aunque muy conectadas. A parte de la historia sentimental entre Graydon y Toby habrán dos más, aunque se vivirán en un muy segundo plano, historias sencillas pero muy tiernas que ayudan a hacer la historia mucho más ágil y entretenida. A parte y como siempre los secundarios habitantes de Nantucket tendrán algo de protagonismo en el desarrollo. En la primera novela me quejé de la narración tan lenta que Deveraux había llevado a cabo. En esta ocasión eso no existe de forma tan importante. Siguen habiendo tramos de ritmo bastante pausado pero nada que ralentice tanto la historia.Por siempre jamás es una bonita historia llena de magia, leyendas y casas embrujadas. Una novela sencilla y ágil que, posiblemente, no dejé huella pero si un muy buen sabor de boca al cerrar su última página. La he disfrutado mucho más que la primera y ahora sólo queda esperar la próxima publicación de Amor infinito para cerrar el círculo.