Ya lo dije alguna vez: en no pocas ocasiones, los post se justifican en la voluntad de compartir una fotografía, como la que protagoniza esta ocasión.
Andaba yo por la Glorieta de Atocha, cuando me sorprendió una manifestación silenciosa pasando junto a mí, aquél era un silencio extraño, al que tan sólo interrumpía el sonido de algún silbato...
Cuando leí los carteles que mostraban, comprendí que se trataba de un acontecimiento muy especial, que probablemente, por extraordinaria, nunca volveré a ver, ni mucho menos escuchar: la manifestación de un grupo de sordomudos, mostrándole apoyo a su forma de comunicación.
Vaya desde aquí el mío, que se ganaron desde la elocuencia de su mensaje.
EN EL CARTEL:
"La lengua de signoses nuestra seña de identidad"