Por tod@s l@s que ponen luz en nuestras vidas

Hoy, llegamos al 14 de febrero y aunque es cierto que me levanto como cualquier otro día, alguien me recuerda que oficialmente es el día de San Valentín. Y digo: ¡Anda, ni me acordaba! Pero ¿por qué fases he pasado en esta cuestión?
Me remonto a unos años atrás (más de 13 ya...), y me veo como cualquiera de las jovencitas adolescentes que esperaban y preparaban este día con tanta emoción porque entre nuestr@scompañer@s así se decía y porque desde las revistas que leíamos (qué tiempos del Vale, jaja) así se explicaba también. Doy un salto (hace 10 años) al primer año en la universidad con un montón de compañeros latinoamericanos y que me explicaban en el colegio mayor que no sólo este día era para los enamorad@s, sino para los amig@s. Me gusta este significado, se amplia el círculo, se envian felicitaciones a más personas,...
Un par de años después, a pesar de esa acepción amplia, la celebración vuelve a ser en pareja, de forma sencilla pero emotiva, con ilusión, con alguna cena y algo de baile, especial y única. Y una vez la familia se amplia, este día está presente con algún detalle, algunas flores, algún mensaje... pero sin celebraciones externas.
Y en los últimos años, asumo/asumimos una nueva forma de celebrarlo, que se centra en no celebrar este día en concreto. Porque un@ se da cuenta de que un día concreto no significa que se esté más o menos enamorad@, porque un@ percibe que cualquier día con un simple paseo y una buena conversación se siente más especial que con un gran ramo de flores un día en concreto, porque un@ asume que una comida tranquila mostrando los sentimientos es más mágica que una cena en el mejor de los restaurantes, porque un@ vive un abrazo o un beso en cualquier momento del día con esa persona especial como el mejor de los regalos independientemente de la fecha en que estemos,...
Porque esos pequeños detalles, regalos, miradas, abrazos, besos, mensajes, emociones, sentimientos... que recibimos en cualquier fecha y que nos llenan el alma de vida, que son uno de los motores de nuestra vida, son para mí, mucho más especiales, emocionantes y mágicos, que una fecha aprovechada para sacar rendimiento económico. Y siempre desde el respeto hacia tod@s aquell@s que lo deseen celebrar.

Y a pesar (o con todo eso), hoy quiero dedicar en este espacio un tema para tod@s aquell@s que ponen luz en nuestras vidas, no sólo nuestras parejas, también nuestras amistases, nuestros familiares, nuestr@s hij@s... A aquellos que están con nosotras desde que recordamos, a aquellos que queremos y aparecieron en la adolescencia, a aquellos que apreciamos y conocimos en la universidad, a aquellos que nos enamoraron y siguen con nosotros, a aquellas que se unieron en la maternidad a nuestras vidas, a aquellos que acaban de entrar en nuestras vidas iluminando el camino...