Contribución abierta al debate del modelo de oposición del PSOE
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El problema del liderazgo.
El pasado mes de febrero, renovamos la dirección de nuestro partido, eligiendo así un nuevo liderazgo que fuese la voz de toda la militancia y la sociedad progresista en estos duros momentos que nos ha tocado vivir. Entendemos el liderazgo como una participación abierta y directa entre el Secretario General y la militancia, entre el socialismo y la ciudadanía. Pensamos que nuestro Secretario General debe ser la figura que defienda los intereses de la izquierda social, de los obreros. En una sociedad tan segmentada como esta, convendría tratar de representar la defensa de una mayoría de progreso.
Entendemos el liderazgo como una figura horizontal y participativa. Creemos firmemente que un líder debe ser respaldado por una gran parte de la militancia de base, por ello propondremos en la próxima Conferencia de Organización que el próximo/a Secretario/a General salga elegido/a mediante el mecanismo de un militante, un voto. Así aseguraremos un liderazgo fuerte, cohesionado y respaldado por los propios afiliados y afiliadas. No olvidemos que el liderazgo ha de ser social y a un político el liderazgo se lo reconoce y otorga la ciudadanía, la sociedad, por su carisma, coherencia personal, su capacidad de reconocer errores y por el proyecto político que encarna.
El PSOE está sumido en una profunda depresión política, de la que debemos y podemos salir. Consideramos que hay que abrir el partido a la participación activa de la sociedad, construir una comunicación directa con la ciudadanía, en la calle y en las redes sociales; hacer del PSOE un instrumento útil para España.
El 20N y sus consecuencias.
En las pasadas elecciones generales del 20 de noviembre, los ciudadanos nos dieron definitivamente la espalda, como ya nos anunciaran en mayo de ese mismo año. Más de cuatro millones de personas no renovaron su confianza en el PSOE y nos dijeron alto y claro, Así no, con vosotros, no. La mayor parte de estos electores emigraron a fuerzas políticas de izquierdas o lo que es peor, a la abstención. Desde la Segunda Guerra Mundial, en Europa, los partidos políticos que han logrado ganar unas elecciones generales, son los que cuentan con el apoyo de un electorado de centro, como le pasó, a modo de ejemplo, a Felipe González con el voto de UCD. No obstante, la captación del voto de centro tiene mucho más que ver con la percepción por parte de los votantes de un proyecto solvente e ilusionante en la izquierda que con el abandono de nuestras posiciones ideológicas, que provoca una fuerte pérdida de votantes por la izquierda sin llegar a atraer tampoco a los votantes moderados, como bien hemos podido constatar estos meses.
Se ha producido a lo largo de los años, una acomodación de los Partidos Socialistas europeos al sistema, con pérdida de su identidad y de su capacidad de transformación de la sociedad.
Como consecuencia de la crisis económica provocada por un sistema financiero especulativo y desregulado por los Estados, la ciudadanía se encuentra sumida en el desconcierto, atenazada por el miedo. Cada mañana al levantarnos no sabemos qué nos habrá recortado o quitado este gobierno conservador de Mariano Rajoy. Pensamos que el PSOE tiene que ser el referente para esa gente, que es la nuestra, los trabajadores y las trabajadoras, los más desfavorecidos, los que más nos necesitan. Tenemos que ser la voz firme que diga no al Partido Popular en su empeño de seguir humillando al conjunto de la ciudadanía española.
El 20N conocimos la mayor derrota del PSOE en su historia reciente, en gran medida por culpa de la crisis que ha arrasado con todos los gobiernos europeos que estaban plantándole cara. Pero no sólo por la crisis. El PSOE cometió errores, perdió su esencia y con ella su credibilidad, se alejó de la ciudadanía e hizo una política económica lejana a sus principios. Debemos dar respuesta a la crisis desde la oposición con ideas propias, debemos responder con una alternativa propia, concreta y creíble, que contemple un reparto equitativo de los sacrificios, construida con la participación de la ciudadanía, los agentes y movientes sociales y con recetas socialdemócratas a esta crisis voraz, no sólo ofreciendo colaboración al gobierno que nos arrodilla, debemos volver a ser alternativa.
Los recortes del Partido Popular
En febrero, el PP perpetró el mayor atentado de nuestra historia democrática, contra la sociedad española en general y los trabajadores y trabajadoras en particular, aprobando una Reforma Laboral que no solo abarataba el despido, sino que lo hacía gratuito durante el primer año y solo era el principio de un año negro para los derechos sociales en España
El pasado julio España sufrió nuevos recortes en aras a controlar el gasto público. Unos recortes que dejan al proyecto de nación que nos dimos todos en su mínima expresión; si entendemos nación como bienestar social, sanidad y educación pública y gratuita e igualdad de oportunidades. El Partido Popular ha dirigido a la nación española a la debacle. Suben el IVA, reducen el número de empleados públicos, eliminan la paga extra de Navidad, aplican el copago farmacéutico…
La derecha ha acabado con el principio de universalidad de la Sanidad Pública española que era la envidia de Europa generando en nuestro país ciudadanos de primera y ciudadanos de segunda a los que se les niega el pan y la sal.
Pensamos que el PSOE debe dar voz a toda la gente que sufre, y debe dar voz siendo contundente con el Partido Popular, intransigente con la humillación y solidario con los trabajadores y trabajadoras. Debemos tener una voz fuerte en el Congreso de los Diputados, con un modelo de combate a la crisis diferente a la derecha, una voz que diga al Partido Popular basta.
El modelo de oposición.
La última encuesta de intención de voto del pasado julio, arroja que el PSOE apenas ha mejorado respecto al resultado electoral del 20N quedándose en un 29.9%, lo que supone que recibe solo 1,3 puntos de los 8 perdidos por el PP. En cambio otras fuerzas políticas minoritarias sufren subidas espectaculares: Izquierda Unida casi ha triplicado su intención de voto en un año y supera el 8,6%. Se puede colegir que la ciudadanía no ve al PSOE como una alternativa a la crisis, y que contemplan otras fuerzas de izquierda como refugio.
Debemos abrir un profundo debate en el seno del partido del que salga un nuevo proyecto político que cuente la verdad y busque la complicidad de la ciudadanía y a partir de él desarrollar un modelo participativo de hacer oposición y vinculado a la defensa de un proyecto concreto. Creemos que el PSOE no podrá aguantar mucho más con la actual estrategia y por ello reclamamos un cambio de rumbo.
Proponemos una oposición frontal a la política de recortes del Partido Popular, leal a España y a los españoles. Una oposición dialogante pero firme y de izquierdas, una oposición activa que proponga fórmulas para salir de la crisis pero dura ante los recortes de la derecha.
No creemos en los pactos con una derecha que humilla a los españoles sin contar con el Parlamento, símbolo de la soberanía nacional. Consideramos que pactar con el actual Partido Popular en materia de recortes, sólo beneficia a la derecha y perjudica a España.
Creemos que lo útil es hacer oposición, útil para España y no para los intereses del Partido Popular. El PP no va a parar en su intento de reducir los derechos sociales, de los trabajadores y trabajadoras, y las conquistas democráticas; y ante eso consideramos que la oposición útil es la oposición firme, decidida, enérgica y exigente para con España
Un nuevo modelo de partido, un nuevo modelo de oposición.
Confiamos en que la Conferencia de Organización prevista para este otoño se lleve a cabo, y esperamos también que en ella la militancia, parte fundamental de la misma, decida abrir los procedimientos del partido a su conjunto y hacernos funcionar de un modo más democrático y transparente, con primarias abiertas, sistema de incompatibilidades, limitación de mandatos y lucha contra la corrupción, para así hacer surgir un liderazgo compartido con la propia militancia.
El horizonte político para el PSOE no se presenta muy halagüeño, con una ciudadanía que nos da cada vez más la espalda y una estrategia de oposición, a nuestro juicio, equivocada, consideramos que el PSOE debe acometer profundos cambios.
Proponemos una Conferencia Política para marcar la estrategia de oposición entre todos los y las militantes, para disponer de un proyecto alternativo a la derecha que conecte con los intereses de la mayoría social de progreso, una hoja de ruta más nítida, segura y sobretodo consensuada.
La militancia es la base de nuestro partido. Los y las militantes debemos ser los que marquemos las líneas rojas por las que nuestro partido no se debe extralimitar en su forma de hacer oposición.
Confiamos en que la actual dirección del PSOE varíe su estrategia en la oposición. Y esperamos ese cambio para devolver la esperanza a una sociedad que siente miedo por su futuro. Porque se lo merecen los españoles en general y muy especialmente los trabajadores y trabajadoras de este país. Y, sobre todo, nos los merecemos los y las militantes. La situación actual y venidera es inaguantable para la izquierda, y particularmente para el PSOE.
Un debate abierto, una nueva forma de liderazgo.
Esta carta abierta es sólo el punto de partida para un debate también abierto. Un debate rico y diverso entre la militancia del PSOE. Un debate del que esperamos que surja un nuevo modelo de hacer oposición y un nuevo modelo de organizarse que actualice los procesos internos del partido, profundizando en participación, transparencia y apertura hacia la ciudadanía. La izquierda no debe tener miedo a la discrepancia, ni a ser exigente y dura con una derecha que nos humilla.
Este debate abierto en lo interno debe tener el objetivo de abrirnos a lo externo, buscar un liderazgo compartido. Un liderazgo que no solo sea orgánico, sino social.