En otros artículos señalé que la educación padece de múltiples tensiones por el choque dialéctico de funciones opuestas. La psicóloga argentina Sara Pain precisó: Una es la represiva-socializadora-reproductora-conservadora y otra es la transformadora-individualizadora-liberadora. Ambas son indispensables. No hay libertad sin transmisión cultural ni sin disciplina (represión), pues cada individuo quedaría abandonado a su suerte y tendría que partir siempre de cero.
Mas tampoco sería libre, si estuviese del todo sometido al férreo control de la tradición. Estas tendencias se reconocen a través de la historia con diferentes matices. Piaget, epistemólogo suizo, por ejemplo, enfatizó el desarrollo espontáneo del individuo, y Vigotsky, psicólogo ruso, destacó el aprendizaje, que vincula al neonato y la cultura, mediante su madre, el lenguaje, la comunidad y la escuela.
Encuentro REMFA en la Escuela Freinet de Cuernavaca
La educación implica tanto la transferencia de saberes y valores culturales hacia las nuevas generaciones, como la adquisición de herramientas (mentales y físicas) que les permitan desarrollarse en plenitud, alcanzar autonomía, pensar y crear por cuenta propia. Lograr el equilibrio entre ambas tendencias es un arte que pocos educadores dominan y que resulta especialmente difícil bajo el neoliberalismo pues éste genera serias confusiones, al pretender que la libertad, la creatividad, la innovación o avanzar hacia el futuro implican desdeñar la historia.Tal confusión ha generado una crasa ignorancia, disfrazada de “libertad”, entre amplios sectores sociales, que lleva a nuevos sometimientos, alienaciones y violencias por parte del mercado. Tomar conciencia de este drama lleva a muchos educadores de todo el mundo, a formar redes para reinaugurar la lucha por la emancipación.
Una de ellas es la „Red de Movimientos Freinet de América‟ (REMFA), que como señalé, se reunió recientemente en la ciudad de Cuernavaca, Morelos. Dicha Red pertenece a la „Federación Internacional de Movimientos de la Escuela Moderna‟ (FIMEM), fundada en 1957 por Celestin Freinet, maestro rural francés que construyó una pedagogía emancipadora popular (cooperativa, crítica, laica, científica, democrática...), en la que chicos y grandes aprenden por el trabajo-juego, la investigación-acción, la discusión en asambleas, el arte y el intercambio local e internacional, con el apoyo de las tecnologías más avanzadas de cada espacio y tiempo. Se trata de una pedagogía que no ha sido aún superada por ningún “nuevo modelo educativo”, por muy “de excelencia”, que presuma ser, y es una pena que las manías neoliberales ignoren el legado de grandes maestros, para imponer sus franquicias de moda.
El encuentro de la REMFA concluyó con una DECLARACIÓN, de la que tomo un fragmento:“América necesita maestras y maestros revolucionarios, emancipadores, contestatarios, intelectuales, transformadores..., con un profundo amor por la humanidad, por las niñas, los niños y jóvenes para quienes trabajamos. Hemos sido testigos en este Encuentro de que el nuevo magisterio de América demuestra con su praxis, que sí podemos generar alternativas políticopedagógicas y movilizarlas, mostrando con creces nuestros deseos por elaborar un proyecto popular, alternativo y emancipador...”
Eliud A. Salinas, de Chihuahua, participante en ese encuentro, expresó: “SOMOS UN GRAN COMIENZO: Las muestras de sueño son compartidas, llenas de alegría, de rabia y de vida; descubrimos juntos que en América Latina se lucha, se pinta, se baila y se practica...”
La esperanza sigue viva.