Neuquén.- "Esta señora nos deja en la calle y es todo una estafa". Indignada, con bronca e impotencia, así se sintió ayer María Aurelia Méndez, una de las damnificadas, cuando relataba su historia. Una mujer a través de un engaño se apropió de la chacra de su familia y después de escriturar la vendió. El nuevo dueño quiere desalojarlos.
María Aurelia es la sobrina nieta de la señora a la que engañaron en la década del 80 y le hicieron firmar un documento para, supuestamente, alquilar parte de su propiedad en Valentina Norte Rural.
"Esa chacra estaba en sucesión, pero una mujer le hizo firmar a mi tía abuela un contrato de alquiler que terminó siendo la cesión de su parte de la chacra. El resto de la propiedad pertenecía a los otros hermanos incluida mi madre", explicó María.
La maniobra de engaño fue advertida por la víctima tres años después, cuando quiso rescindir el supuesto contrato.
"A mi tía abuela le retenían sus herramientas y le rompían los frutales que tenía, por lo que decidió dar por finalizado el contrato", recordó. Pero no se pudo hacer nada porque el documento acreditaba su poder sobre una porción de tierra de 6 hectáreas en total. Los damnificados iniciaron acciones legales y, al parecer, ese juicio se perdió por incumplimiento del abogado particular que los patrocinaba.
"Yo hice todo lo que pude", se habría justificado su abogado, recordó María, aunque señaló que al averiguar en el Juzgado otra fue la razón: "Yo fui al juzgado y me dijeron que el abogado nuestro presentó todo fuera de término, tarde, por eso el juez falló a favor de la estafadora", aseguró.
El 20 de abril les llegó la orden de desalojo porque la supuesta estafadora, tras el fallo del juez, escrituró y le vendió la tierra a otro dueño por 150 mil pesos. Ese dueño, al que no le conocen la cara, intimó a los herederos legítimos.
"Nosotros queremos que investiguen al juez que le firmó la escritura por toda la propiedad, no sólo por la parte cedida bajo engaño, y al abogado que nos dijo de un día para otro que perdimos la chacra", indicó María, a la vez que adelantó: "Vamos a resistir el desalojo, todos nuestros vecinos nos apoyan, vivimos toda una vida allí. Tenemos un familiar en silla de ruedas y hay niños", concluyó María.
"Hubo una mano negra"
"La persona que notificó el desalojo nos dijo que los animales que tenemos van a un corral y que mi familia, mi madre, un tío, mi cuñado y sus hijos van a un refugio", recordó María sobre el 20 de abril cuando fueron notificados.
"Queremos que se investigue al juez y al abogado que nos asesoraba, porque nosotros creemos que hubo una mano negra o algún documento falsificado, porque no puede ser que habiendo herederos de una sucesión en marcha se escriture a nombre de otra gente que nunca vivió acá. El juez nunca certificó que esa gente no vivía acá, ni quiénes eran los que estábamos realmente", señaló María Aurelia Méndez, sobrina nieta de la mujer estafada .