El martes 1º de noviembre, mientras las integrantes de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto y las agrupaciones de izquierda manifestábamos contra un puñado de carapintadas liderados por Cecilia Pando y algunos niños, monjas y curas que se retiraron apenas se cumplió el horario escolar, en la Comisión de Legislación Penal de la Cámara de Diputados se inició el debate parlamentario sobre el derecho al aborto.
A pesar de la maniobra de su titular, el diputado Vega de la Coalición Cívica, que introdujo un proyecto restrictivo de los casos de aborto no punibles actualmente vigentes, se aprobó el dictamen del proyecto presentado por la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto.
Una lucha histórica, un resultado provisorio e incierto
A pesar de que la lucha por el derecho al aborto lleva más de tres décadas en Argentina; de que las encuestas indican que la mayoría de la población está a favor de la despenalización; de que somos miles las que cada año, en los Encuentros Nacionales de Mujeres, denunciamos y enfrentamos a la Iglesia que se opone a nuestros derechos; de que el proyecto de la Campaña por el Derecho al Aborto reunió miles de firmas en su apoyo y fue presentado por 50 diputados y diputadas... el pasado martes, con la participación de 12 sobre 31 integrantes de la Comisión de Legislación Penal, se obtuvo dictamen favorable con exiguos 7 votos a favor, 1 en contra y 4 abstenciones.
El dictamen, sin embargo, aún es provisorio e incierto, ya que al día siguiente fue cuestionado por Patricia Bullrich, de la Coalición Cívica, y otros diputados que pedirán su impugnación por no cumplir con los requisitos que establece el reglamento.
Pero si quedara en firme, el proyecto aún debería ser aprobado por mayoría en las comisiones de Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia, presidida actualmente por la duhaldista Claudia Rucci, y la de Acción Social y Salud Pública, antes de ser girado a la Cámara de Diputados en primera instancia -donde también debería ser aprobado por la mayoría- y luego, en segundo lugar, al Senado, con el mismo requerimiento.
También habría que aclarar que, si en las cortas semanas que quedan hasta la asunción de los diputados recientemente electos, el proyecto no es girado a las otras comisiones, caducará la aprobación que obtuvo en Legislación Penal y deberá presentarse nuevamente, con el mismo procedimiento.
El “progresismo K” brilló por su ausencia
Como lo señala el diario kirchnerista Tiempo Argentino, “El Frente para la Victoria brilló por su ausencia”. Lo mismo señala el oficialista Página/12: “Fue notoria la ausencia del kirchnerismo: de 11 integrantes, sólo concurrió Conti”. En la calle, se comentaba que el presidente del bloque kirchnerista había dado órdenes de no participar en el debate a los integrantes de la comisión y a los pocos diputados y diputadas que habían firmado este proyecto. Los productores de medios buscaban invitados para los programas políticos de la noche y no encontraban a ningún oficialista que quisiera dar la cara.
Sólo la ex-frepasista Diana Conti se acercó a dar su voto. Y fue clara cuando admitió que “el aborto es un debate que no está en la agenda de Poder Ejecutivo”. En el mismo sentido se expresó el kirchnerista Albrieu, uno de los que apoyan el derecho al aborto y que, sin embargo, ayer no concurrió al debate en la comisión de la que es miembro. Aunque el diputado espera que el debate se retome en 2012 con la nueva conformación de la Cámara, reconoció que es poco probable ya que “el gobierno no lo va a impulsar en la agenda”.
Las sospechas eran fundadas: aunque en el kirchnerismo hablen de “libertad de conciencia” para el bloque, Cristina Kirchner había ordenado a su tropa que no diera quórum, ni participara del debate. Afuera no se vio ni un solo banderín de La Cámpora, el Movimiento Evita ni otros sectores K. Tampoco se vio la bandera de Todas con Cristina, que debutó hace apenas un mes en el último Encuentro Nacional de Mujeres, ni las coloridas pecheras de sus aliadas sabbatellistas de Nuevo Encuentro.
Lo de ayer fue apenas una muestra de cómo actuará el kirchnerismo con quórum propio a partir del 10 de diciembre. De hecho, cuando el oficialismo tuvo mayoría en ambas cámaras entre 2005 y 2009, se negó a tratar el proyecto que ya había sido presentado por la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto el que, finalmente, caducó sin ser debatido. El proyecto de matrimonio igualitario corrió similar suerte: en dos oportunidades el bloque liderado en ese entonces por Néstor Kirchner se negó a dar quórum para su tratamiento, hasta que en la tercera oportunidad salió aprobado con la ausencia de la mayor parte del bloque oficialista y fue girado al Senado, donde se aprobó, después de largas horas de debate, por sólo tres votos de diferencia.
Por una gran Marcha Nacional para conquistar el derecho al aborto
En las afueras del Congreso, sólo las mujeres de la Campaña por el Derecho al Aborto y las agrupaciones de izquierda nos hicimos presentes. Contra el vallado que nos separaba de las fundamentalistas y los carapintadas, Pan y Rosas y la Juventud del PTS no cesamos de corear contra la Iglesia reaccionaria, denunciar al gobierno y luchar por un movimiento de lucha que se exprese en las calles. Junto con mujeres obreras de las fábricas de la zona norte del GBA, trabajadoras telefónicas de la Agrupación Violeta, trabajadores ferroviarios de La Bordó, compañeras estatales de la Lista Marrón y la abogada Myriam Bregman del CeProDH, formamos un nutrido grupo combativo, con nuestras banderas y pancartas.
Así nos reconocieron algunas feministas -desilusionadas por el accionar del kirchnerismo en la comisión de Legislación Penal-: “ustedes fueron las únicas coherentes. Desde hace años que las vemos en la lucha por el derecho al aborto y, en las elecciones, su candidata del Frente de Izquierda, Myriam Bregman, fue la única que lo defendió abiertamente”. Como lo dijimos desde el primer día, luchamos por la aprobación inmediata y sin modificaciones del proyecto presentado por la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto. Pero para eso hay que romper lazos con la Iglesia: ¡basta de subsidios a los curas parásitos y la educación privada! Luchemos por la separación de la Iglesia del Estado.
Tampoco podemos conformarnos con ser siempre las mismas compañeras las que nos vemos en las movilizaciones y en los Encuentros Nacionales de Mujeres. Tenemos que aprovechar el creciente apoyo social que tiene la legalización del aborto para preparar una gran Marcha Nacional, organizada con los centros de estudiantes, las comisiones internas combativas y los sindicatos -especialmente aquellos donde las mujeres son la mayoría, como docentes, salud, alimentación-, las organizaciones sociales y políticas que firmaron el proyecto y todas las agrupaciones del movimiento de mujeres.
El único camino para conquistar el derecho al aborto libre, seguro y gratuito, como todos nuestros derechos, es el de la organización y la movilización de un poderoso movimiento de mujeres trabajadoras, estudiantes y amas de casa, independiente del Estado y sus instituciones, que despliegue su voluntad de lucha en los lugares de trabajo, estudio y en las calles, empezando por conquistar la aprobación del aborto legal, en el camino de liberarnos de la explotación y las cadenas que hoy nos oprimen. Por esta perspectiva, te invitamos a militar en Pan y Rosas y la Juventud del PTS.