Revista Opinión
Moyano y Barrionuevo parieron el largamente dilatado paro nacional para el 10 de abril, alejado de las colosales huelgas generales docentes de la provincia de Buenos Aires y de otras provincias y de los estatales- que se desarrollan en la actualidad.
En la victoria docente se juega, sin embargo, el destino real de las paritarias.
La pareja M-B no convoca a marchas, movilizaciones ni piquetes, o sea que pretende que sea una huelga dominguera.
La medida tampoco fue decidida por asambleas de trabajadores, lo cual habilita su levantamiento unilateral, del mismo modo con que fue anunciada.
En su carácter de medida aislada apunta más a disipar la presión de los trabajadores ante la carestía imparable y los despidos, que al propósito de desarrollar un movimiento victorioso.
El anuncio del paro ocurre cuando los plenarios de la UOM pararon el intento de Caló de firmar paritarias con un aumento en cuotas de los salarios por un promedio inferior al 25 por ciento. Es muy probable que la pareja M-B esté buscando una reunificación de la burocracia sindical para servir de apoyo al bloque patronal que encabeza Sergio Massa, y minar de este modo las posibilidades de una candidatura de Scioli.
Una vez más, los trabajadores se enfrentan a decisiones de la burocracia sindical que, por un lado, recogen una fuerte inquietud de las bases y, por otro lado, procuran desnaturalizar esas inquietudes en función de objetivos de la clase capitalista y de sus partidos.
En estas condiciones llamamos a deliberar sobre la convocatoria al paro y a reclamar que todos los sindicatos coincidan en una huelga general para la fecha establecida, para impulsar paritarias sin ninguna clase de techo, un aumento de emergencia de 3 mil pesos para activos y jubilados, por un salario mínimo de 9 mil pesos -que es el costo de la canasta familiar- y la abolición del impuesto al salario.
Asimismo reclamamos la absolución de los compañeros petroleros condenados en Las Heras (Santa Cruz) y la excarcelación de los compañeros, también petroleros, a los que la justicia de Repsol, Chevron e YPF acaba de dictar prisión preventiva, por luchar contra la tercerización laboral en la industria.
En oposición a que la crisis capitalista y la crisis política que es su consecuencia sean aprovechadas por los explotadores y sus partidos, a los cuales sirve la burocracia sindical, llamamos a luchar por la independencia y democracia de los sindicatos y por una organización y dirección clasista del movimiento obrero.
Empeñados hoy en la victoria de las huelgas docentes, llamamos a todas las organizaciones combativas del movimiento obrero, a la izquierda y al clasismo, a todas las fábricas y empresas de gremios adheridos o no adheridos a las centrales que paran, a deliberar en asambleas, a empujar plenarios de delegados con mandato para levantar un programa y darle al paro nacional el carácter activo que no le da la burocracia sindical. Por 3 mil de emergencia para activos y jubilados, 9 mil de mínimo, vital y móvil, paritarias libres con piso del 35% y actualización mensual de salarios, prohibición de despidos y suspensiones.
La agitación por una huelga general el próximo 10 de abril debe ser un instrumento de lucha para reforzar la adhesión popular a la huelga de los maestros y de los profesores y llevarla a la victoria.
Jorge Altamira