Porno religioso improvisadoLaura Lee Bahr (Trad. de Hugo Camacho)Orciny PressRústica | 194 páginas | 16,95€
Sectas vampíricas, el lado turbio de Hollywood y bastante sexo. Así, como promesa para empezar a leer algo titulado nada menos que Porno religioso improvisado, no esta nada mal. Laura Lee Bahr, a la que ya conocimos gracias a la brillante Fantasma, retoma las estanterías de nuestras bibliotecas con otra absorbente, pero más digerible, novela para -casi- cualquier lector. Mientras Fantasmas nos proponía un complejo falso viaje guiado de elige tu propia aventura, en Porno religioso improvisado la autora y directora construye una espiral narrativa intercalada de tres historias que se retroalimentan en el continuo espacio tiempo.
Madeline Hunter quiere hacer una película indie que la catapulte a la fama. Tiene un guion… solo le falta conseguir a George Clooney, sobrevivir a las peticiones de una actriz que se da ínfulas de diva, y lidiar con la secta vampírica en la que ha caído su mejor amigo. Pero tiene lo importante: un guion redondo. Un guion que cuenta como Dominique Colt asesinó de manera brutal tanto a su prometido como a su amante gay en el transcurso de un juego sexual.
Fragmento de la portada original
Se lo que puedes estar pensando: suena raro. Puede ser, no te voy a decir que no. Tampoco te voy a mentir: Laura Lee Bahr hace que todo parezca de lo más normal. Incluso, que encaje con maestría. La reina del bizarro nos guía por un inmersivo y ágil relato sobre las relaciones humanas. Simple y llanamente, es una especie de prisma de estudio, visto desde diferentes ópticas, que hurga en los sentimientos profundos de cada personaje. La búsqueda del poder, la falta de escrúpulos o la fe que nos hace continuar en pie cada día. La decadencia del ser humano, el sexo como arma arrojadiza y la soledad.
Todo ello aderezado con sexo. Sexo duro, bondage, fetiches extraños o BDSM. Aquí no hay medias tintas ni florituras. El sexo es usado como catarsis, como medida cauterizadora de demonios. Como medida de egolatría. Un baremo que Laura va midiendo con cada uno de sus tres personajes principales, los cuales explora desde una tercera persona cercana que modela unas psiques repletas de grises y contradicciones, tales como las de cualquier ser humano. Ni la bizarra trama de una secta de vampiros en Hollywood (¡quiero la película serie B de esto!) despista su reflexión sobre la vida y la muerte que ronda toda la novela.
Porno religioso improvisadoson apenas 200 páginas extrañas, que se leen en apenas dos tiradas, donde a través de su tono humorístico (¡hasta sale Vince Vaughn!) consigue reflexionar acerca de la condición humana y divertir en el mismo párrafo. En cierto sentido, me sentí como viendo Once Upon a Time... in Hollywood. No solo porque la novela vaya sobre un crimen famoso en Hollywood (aunque inventado), sino porque me estaban contando una historia -loca- de Hollywood que sabía que no podría ser así (o eso espero) y tenía sus ramalazos de locura (¡Vampiros!). Pero todo me daba igual, yo estaba como un niño con una piruleta que no podía soltar.
Aún recuerdo cuando en el Celsius de 2018 Laura vino al Celsius y justo, presentaron esta novela. Fue una presentación especial, y si no que se lo digan a Sofía Barker. Como empieza la reseña, el titulo llama la atención. Lo poco que contó Hugo Camacho, traductor y editor de la novela, nos hizo chiribitas en los ojos ¿Qué por que he tardado tanto en leerla? Pues no lo sé, pero mira, nunca es tarde si la dicha es buena. Y en este caso, lo ha sido.
Otros enlaces de interés:Entrevista a Laura Lee Bahr en El Ratón de AlexandriaEntrevista a Laura Lee Bahr en Libros ProhibidosA través de otro espejo