Un mensaje para ti, pedófilo
Apuesto lo que quieras a que esperabas ver aquí un niño desnudo o una niña teniendo sexo. ¿Qué término de búsqueda empleaste esta vez? Porque hay muchos: Angels, lolitas, boylover, preteens, girllover, childlover, pedoboy, boyboy, fetishboy o feet boy. ¿Tienes alguno favorito o eliges al azar? ¿Acaso no te avergüenzas de lo que haces?
Seguramente sabes que gracias a ese morboso interés tuyo por ver pornografía infantil miles de niños en todo el mundo son violados, maltratados, golpeados, vejados, humillados y obligados a tener relaciones sexuales con adultos o con otros niños. Son pequeños que sufren, que lloran y, sobre todo, que nunca olvidan. Niños que solían sonreír y que ahora no les queda nada.
Todo eso es culpa tuya y de otros tantos inconscientes como tú. Parece mentira que a cambio de obtener algunos minutos de inmundo placer seas capaz de permitir el sufrimiento de esos inocentes seres. No puedo creer que no sientas ni un ápice de tristeza por todos esos niños que ahora mismo están siendo agredidos. ¿No sientes nada? Tal vez nunca te has detenido a pensar que tus propios hijos, hermanos o sobrinos pueden ser víctimas de otros asquerosos pedófilos como tú.
No sé quien eres, pero sé que puedes ser un amigo, un conocido o, incluso, un familiar. Puedes vestir de traje y corbata y ocupar un puesto importante. Puedes ser un profesor rodeado de alegres niños o un empresario. Puedes ser también un albañil o un panadero. Puedes incluso ser una mujer.
Pero sin importar quien seas quiero que sepas que el que la hace la paga. Y no es una amenaza al aire. Algún día pagarás por tu maldad, por tu crueldad. Por la felicidad arrancada a los menores que son víctimas de la pornografía infantil. Que pena me das. Y que asco.
No espero que estas palabras provoquen ningún cambio en ti. Ni que te arrepientas. Solo me queda el consuelo de saber que no soy la única que repudia tu actitud. Somos millones de personas en el mundo los que estamos en contra de infames como tú. Millones de voces que hoy 20-N, Día Internacional de los Derechos del Niño, gritamos al unísono la misma súplica:
¡PORNOGRAFÍA INFANTIL, NO!