Vas a la consulta médica. Todo marcha bien. Consultás sobre la lactancia materna y el médico te pone cara rara, frunce la nariz y descarga: está todo muy lindo con eso, pero por las dudas de que no tengas suficiente leche, llevate estas muestras de leche en polvo para que tengas. Sin duda, no se da en todos los casos, pero es más frecuente de lo que pensás. Informate, emponderate, descubrí porqué amamantar a tu bebé es un regalo para toda la vida.
La leche de las mamas continene un alto contenido en proteínas, azúcar, grasa y casi todas las vitaminas que necesita nuestro bebé para alcanzar un desarrollo saludable.
Cuando nace el bebé, una de las principales preocupaciones de la mamá es el tema de la lactancia. Entre los profesionales médicos existe un amplio debate en torno a este aspecto, pero lo cierto es que muchos estudios han dado el beneplácito a las mamás que amamantan a sus bebés.
Todas las madres pueden dar leche a sus bebés, a no ser que sufran alguna enfermedad o estén tomando ciertos medicamentos. Por eso, es fundamental que consultes con tu médico la posibilidad de amamantar a tu hijo. El médico podrá informarte e incluso cambiar tu medicación para asegurar una lactancia saludable.
La leche matena contiene todos los nutrientes que necesita el bebé en sus primeros meses de vida. Por lo general, se aconseja que en los países desarrollados se destete al bebé a partir de los 6 meses, mientras que en las zonas subdesarrolladas, se recomienta alargar la lactancia hasta los 12 ó 18 meses.
Propiedades de la leche materna
Estudios de gran relevancia han comprobado que la leche materna es el mejor alimento para el recién nacido. La leche de las mamas continene un alto contenido en proteínas, azúcar, grasa y casi todas las vitaminas que necesita nuestro bebé para alcanzar un desarrollo saludable.
Durante los primeros días posteriores al parto, la mamas segregan una leche más espesa y de color amarillento. Se trata del calostro, una sustancia que contiene mayor cantidad de proteinas y anticuerpos, es lo que podríamos llamar el alimento transitorio entre el medio uterino y el extrauterino. A medida que pasan los días, la leche va madurando y cambiando su textura, pero también va perdiendo sus propiedades.
Beneficios para la mamá y para el bebé
El también pediatra y profesor de la Universidad Europea de Madrid, Carlos Marina, comenta que los bebés que son amamantados “gozan de un mejor estado nutritivo y, por lo tanto, tienen mayor protección inmunológica ya que han ido adquiriendo los factores defensivos maternos a través de la leche. Asimismo, la leche puede prevenir enfermedades futuras como la obesidad, la hipertensión o la arterosclerosis y reduce el riesgo de sensibilización ante alergias”.
Y en el caso de las mamás, el doctor Carlos Marina explica que “la lactancia retrasa la ovulación e impide la posibilidad de un nuevo embarazo inmediato, al igual que segrega inmunoglobulinas (Igs), una sustancia láctea que protege el pecho materno”.
Además las mamás que amamantan a sus hijos, recuperan el peso con mayor facilidad y establecen un vínculo afectivo y emocional muy fuerte con sus hijos. Incluso algunos estudios sugieren que amamantar puede reducir el riesgo de cáncer de ovarios o de mama.
Al dar el pecho, también tenemos absoluta certeza de que estamos utilizando un alimento totalmente ecológico, ya que al no precisar fabricación, envase o transporte tampoco contamina el medio ambiente.
Consejos a la hora de amamantar a tu bebé
- El tiempo de duración de las tomas y la frecuencia entre ellas: Cada niño tiene unas necesidades personalizadas, como hemos dicho antes, las tomas se darán según la demanda del bebé. Sin embargo, sí es recomendable que durante los primeros 20 días de vida, el bebé realice cerca de 8 tomas al día. También es importante no limitar el tiempo de las tomas, sólo el niño sabe cuando está satisfecho. El Presidente de Honor de la Sociedad de Pediatría de Madrid y Castilla la Mancha, Carlos Marina López, señala que “durante los primeros cinco minutos un niño sano y vigoroso succiona el 90% de la leche que tomará. No se recomiendan episodios de succión muy prolongados. En total, si la madre sólo da un pecho, 10-12 minutos; si ofrece los dos, 20 minutos suelen ser suficientes”.
- La higiene del pecho: De la misma manera que nos lavamos las manos antes de comer, cuando vayamos a amamantar al niño deberemos lavar bien nuestras manos. El pecho no necesita un riguroso ritual de higiene, una ducha diaria y algunos cuidados básicos bastarán para no sufrir molestias y mantener una alimentación sana. Después de cada toma, cuando nos lavemos los pezones no deberíamos utilizar jabón puesto que puede alterar la secreción natural, producir sequedad y favorecer la aparición de grietas. Carlos Marina López, pediatra y director de la Cátedra de Medicina de la Universidad Europea de Madrid, nos aconseja “Lavar el pezón con agua hervida, protegerlo después con pezonera (gasa estéril) debajo del sujetador. Y sólo en el caso de que hubiera escoriaciones o “grietas” se utilizará pomada emoliente, previo secado con aire caliente”.
- La posición correcta para amamantar al bebé: A la hora de amamantar a nuestro hijo, la comodidad es un parámetro principal. Una mala posición puede provocar un mal agarre del niño y ello, infinidad de problemas: grietas en el pezón, mala alimentación del niño, pérdida de leche, etc. Según el pediatra, Carlos Marina López, “la postura ideal es con la madre sentada, manteniendo al niño algo incorporado y ofreciéndole la areola y el pezón haciendo pinza entre los dedos índice y medio de la mano contra lateral”. Esta posición requiere que la madre mantenga la espalda recta y las rodillas ligeramente levantadas. Su antebrazo, y no el vértice del codo, servirá de apoyo para la cabeza del bebé y también sería conveniente sujetar el culito del bebé además de su espalda. Al terminar la toma, el doctor Carlos Marina nos recomienda “incorporar al niño, apoyando la cara de éste sobre el hombro de la madre y darle unos golpecitos en la espalda para facilitar el eructo. Luego, dejarlo tranquilo en la cuna”.
- Otros cuidados: Junto a la importancia de lo anterior, podríamos incluir otros cuidados adicionales muy ligados a la nutrición. El Presidente de Honor de la Sociedad de Pediatría de Madrid y Castilla La Mancha señala que la madre debe seguir “una vida activa, con alimentación variada y completa. Se aconseja beber medio litro de leche diaria (= 2 vasos). Suprimir alimentos que den mal sabor a la leche como los espárragos, cebollas y alimentos picantes. Así como el alcohol, el café y el té, que deberán tomarse con extrema moderación. El consumo de tabaco es nocivo.”