Porque DS no solo tuvo 'Imagina ser....': Kirby Power Paintbrush

 ¿Quien no conoce a Kirby? La mítica bola rosa de Nintendo ha sido siempre un éxito allá dónde va, ya desde sus primeros juegos. Su saga, creada por el estudio HAL Laboratory, ha sabido dar, a lo largo de sus historia tanto juegos, de estilo clásico (basándose como siempre en el primer juego de la saga, "Kirby's Dreamland" de GameBoy), como otros juegos innovadores y rompedores (cuya última representación es el nuevo "Kirby's Epic Yarn"). En este caso queremos traeros a uno de los del segundo grupo, que consiguió también convertirse en uno de esos "sleepers de oro" que nos gusta tanto analizar en esta sección de nuestra revista digital.
 "Kirby Power Paintbrush" (traducido en España como "Kirby y el Pincel del Poder"), o "Kirby Canvas Curse", como le conocen al otro lado del charco, es uno de esos míticos juegos de "primera hornada" de la DS, unos juegos que sí que intentaron aprovechar las características táctiles de la consola al máximo y como debería ser, en lugar de hacer juegos a botones con gráficos "despampanantes" (en una consola portátil de Nintendo, se entiende). El planteamiento era simple: es un plataformas de Kirby, como los de simpre, sólo que esta vez no hay botón de saltar (y mucho menos de inflarse). ¿Como se juega entonces? Todo a su tiempo.
 Kirby ha sufrido una terrible tragedia: una bruja desconocida ha convertido su mundo en un cuadro y le ha privado mágicamente de sus extremidades, condenándole a caer rodando por los abismos de su nuevo mundo bidimensional. Kirby estaría perdido de no ser por tí, jugador, a quien se te ha hecho entrega de la arma de la bruja: un pincel mágico. Con el podrás dibujar mágicas líneas en el mundo-cuadro de Kirby y así salvarle y ayudarle a derrotar a la bruja.
 ¿Que necesitas que Kirby salve un abismo? Dibuja un puente. ¿Que quieres que pare para que no se tueste en una llama? Dibuja un muro ¿Que quieres que acelere para destruir así a los múltiples monstruos que pueblan su mundo? Dale entonces un toque o dibuja un looping. No hay más funciones que tu pincel, ni siquiera el omnipresente botón de "Start" sirve para abrir el menú: hay que darle a una pestaña en la pantalla.

 Pero, pese a este planteamiento tan original el juego sigue siendo un Kirby. Así, cuando Kirby choque contra un monstruo y lo destruya (el cual debes haber paralizado tú con el Stylus-pincel o haberle placado con Kirby sprintando) le copiará la habilidad, como en cualquier otro juego de la bola rosa, la cual activaremos tocando al protagonista. Además lucharemos también con los clásicos jefes finales (Kracko, el Rey Dedede y Paint Roller para ser exactos), sólo que en esta ocasión se han convertido en divertidos juegos de habilidad con el pincel.
 Si a esto le añadimos medallas y personalizaciones ocultas y minijuegos tenemos un juego de una calidad innegable en todos sus aspectos, incluidos los técnicos (con unos gráficos dibujados y minimalistas que cumplían a la perfección su función y una banda sonora memorable). Un juego que algunos fans llegan a considerar que es el mejor de la saga ¡O incluso de la consola!
 Y hasta aquí el análisis de este juego ¡Nos vemos en el próximo Porque DS no sólo tuvo "Imagina ser...."!