Get Things Done es el tuétano de mi productividad , pero ni mucho menos lo es todo . A pesar de ser un gran fan admito que quedean parcelas en la sombra para las que necesito algo más. En algunos casos he conseguido cubrir mis necesidades complementando lo que hago con pautas de otros sistemas . En otros, el tema es de una mayor profundidad y me hace pensar en buscar ayuda externa .
Sea como sea las siguientes líneas describen algunos de los problemas más comunes en los que GTD no te ayuda y debes extender tus recursos más allá del método.
Gestionar el ahora
Diseñar un sistema para definir la actividad para el ahora es un gran paso adelante, si conseguimos que funcione de forma achurada encarrilar nuestro éxito . GTD nos da todos los recursos para hacerlo, pero más allá del método están los conflictos derivados de llevar a cabo la actividad . ¿Qué hacemos cuando procrastinar acciones sin un motivo racional? ¿Cómo lo evitamos ? Sin duda, uno de los límites…
Nos quedan recursos como la creación de una lista de control para verificar el estado y el estatus de la acción . Podría ser algo como:
- ¿Realmente es indispensable? Si la respuesta es no la eliminamos .
- ¿ La puedo delegar ?
- ¿Puedo redactar de una forma más clara ?
- ¿Puedo plantearla desde otro punto de vista ? ¿Puedo dividirla en acciones más simples ? o ¿Puedo obtener el mismo resultado haciendo otra cosa ?
Algo similar al tratamiento que Autofocus hace con las acciones procrastinadas . Complementar GTD con aspectos de otros métodos es óptimo siempre que no se disponga de una respuesta nativa. Queremos una práctica lo más homogénea y ortodoxa posible .
Implantar hábitos
Las pautas marcadas por el sistema nos conducen a desarrollar una serie de actividades diarias -o semanales – que a través de la repetición se acabarán convirtiendo en un hábito , o en tu forma natural de actual si lo prefieres. Desde la revisión diaria o semanal , hasta la implantación de la recopilación y el procesado de nuestros asuntos pendientes, son mejoras que tienen una incidencia positiva y que nos ayudan a cambiar la actitud frente al trabajo. Nos ayuda a pasar de ser reactivos a proactivo .
El problema viene con aquellos hábitos fuera del ámbito del método . Al no estar conducidos por la metodología no hay una motivación para la repetición continuada, dejándolo en manos de nuestra fuerza de voluntad.
Leo Babauta , con su Zen To Done , estructura un sistema basado en la implantación de hábitos para mejorar tu forma de actuar. Pequeños cambios en la rutina para obtener un giro en la forma de actuar. El mismo método te prepara para entrar en un ciclo de mejora continua a través de las correcciones en las costumbres y acciones habituales . Dejamos la actividad para entrar en el comportamiento .
La faceta estratégica
Las revisiones a varios niveles son el germen para una verdadera reflexión. A través del conocimiento en profundidad de lo que haces acabarás por despertar inquietudes, por evidenciar lo que no va bien y plantearte cambiar de rumbo. En primer lugar te obliga a pensar en tus objetivos , e intentando construir la estructura de niveles de perspectiva llegas a una profundidad que por si solo posiblemente no te habrías planteado .
Recurrir al pensamiento a nivel estratégico para diseñar el futuro no es tan sencillo. Más allá de la teoría queda la incapacidad para estructurar una visión a medio plazo, como generar una imagen de futuro plausible y como condicionarte para alcanzarla. Sin duda el mayor problema. A menudo cuando llega la hora de la verdad no nos atrevemos a dar pasos que representarían un cambio sustancial en las nuestra vida . Dejar un trabajo , cambiar de ciudad , abrir un negocio … No tenemos ningún problema en la fase preparatoria, pero cuando llega el momento el deseo no se convierte en realidad .
Para grandes cambios que equivalen a grandes trastornos, mejor contar con un soporte en forma de coach. Un profesional cualificado te ayudará a planificar el despliegue de tu visión, no sólo desde la faceta de lo que se tangible, también desde lo emocional . Conduciendo el trabajo conjunto para que tú mismo aprendas a encontrar respuestas a tus dudas, distanciándose del papel del consultor el cual te indica las medidas necesarias, sin esa dedicación explicita a como cambiar la visión de la persona para que recorra el camino por sí sola.
Más allá de tu metodología hay un conjunto de cuestiones que debes abordar para entrar en un proceso de mejora continua sólido y factible . No te dejes cegar por el sistema, utilízalo para dejar al descubierto lo que no acaba de funcionar y piensa cómo puedes solucionarlo. Si GTD aporta claridad es en el momento de obtener resultados a partir de nuestra reflexión.
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