Revista Salud y Bienestar
En un artículo publicado hoy en Cell Stem
Celllos investigadores del
Instituto Wellcome Sanger y la Unidad de Cáncer MRC de la Universidad de Cambridge
señalan que las células mutadas en la piel crecen para formar clones que
compiten entre sí. Muchos clones mutantes se pierden del tejido en esta
competencia. El tejido de la piel es resistente y funciona normalmente mientras
las células mutantes compiten con él. En el estudio, los científicos usaron
ratones para modelar las células mutadas que se ven en la piel humana. Los
investigadores se centraron en el gen p53, un factor clave en los cánceres de
piel no melanoma. El equipo creó un 'interruptor' genético que, cuando se
activaba, reemplazaba a p53 con el gen idéntico, incluido el equivalente a un
cambio de base de una sola letra. Esto cambió la proteína p53 y dio a las
células mutantes una ventaja sobre sus vecinos. Las células mutadas crecieron
rápidamente, se extendieron y tomaron el tejido de la piel, que se volvió más
grueso en apariencia. Sin embargo, después de seis meses, la piel volvió a la
normalidad y no hubo diferencia visual entre la piel normal y la piel mutante. Luego
emitieron dosis muy bajas de luz ultravioleta en ratones con p53 mutado. Las
células mutadas crecieron mucho más rápido, alcanzando el nivel de crecimiento
visto a los seis meses en clones no irradiados con radiación UV en solo unas
pocas semanas. Sin embargo, a pesar del crecimiento más rápido, el cáncer aún
no se formó después de nueve meses de exposición. La razón por la que las
personas contraen cáncer de piel no melanoma es porque gran parte de su piel ha
sido colonizada por células mutantes que compiten entre si a lo largo del
tiempo. Cuanto más tiempo estamos expuestos a la luz solar, más mas se impulsan
nuevas mutaciones y competencia en nuestra piel y eventualmente, la mutación
sobreviviente puede convertirse en cáncer.