"LO CIERTO es que no nos gusta algo de manera consciente, quizá un perfume puede gustarnos porque nos recuerda el olor de nuestro padre, o una comida evoca el recuerdo de la familia, y esos recuerdos que condicionan la decisión de compra no pertenecen al lado consciente del consumidor"
Para acceder a este ámbito se postula una explicación biológica cuyo origen es el Cerebro Humano. Ahí entra a tallar el Neuromarketing, disciplina que aplica la neurociencia y psicología del consumidor al Marketing, y que parte del principio dice: el lado sensorial es clave para llegar a lo que conecta al consumido con un producto.