En mi primer año de universidad (bueno, el primer año en serio) tuve una asignatura en la que, supongo que gracias a aquel profesor, aprendí lo que era el nacionalismo, el poder para el pueblo, la centralización de poderes, y las otras formas de organización política que han habido en la historia y que nadie ni siquiera imagina.
Por partes,
1. El contexto:
Correría el año 2003.
Todavía no habían construido la facultad, así que estudiábamos en barracones, en la Politécnica de Valencia.
Particularmente escogí esa carrera porque era “semipresencial”, en serio. Había clase una tarde cada quince días.
La asignatura, creo recordar, que se llamaba Derecho Constitucional I. Si no, sería Estructuras Políticas I. Esas eran las dos, que impartía este profesor, el Profesor Dr. Colomer Viadel.
En aquel entonces un sexagenario cuyo corazón seguía perteneciendo al PCE, dónde había militado buena parte de su vida. Testigo de los acontecimientos que marcaron el rumbo que iba a tomar España. Activista rojo en una época cuanto menos, peligrosa. Parte del grupo de los que se sentaron a ratificar o modificar la Pepa en 1978. Empecinado en ser justo y realista y en otorgar a sus alumnos la capacidad de juzgar el sistema.
A la gente de clase les parecía un tostón y, realmente, la verdad es que lo era, pero hubo algo muy importante que nos enseñó a todos:
A considerar el sistema, a ponerlo en tela de juicio.
A cuestionarlo.
Y a ser críticos con el sistema organizativo político y social, al tener el poder de compararlo con otros sistemas organizacionales que habían existido durante años y que habían funcionado existosamente, que se alejaban años luz del nuestro y que, sorprendentemente también se denominaban, democracia.
Recuerdo que salí de una de aquellas clases afirmando mi condición de nacionalista. Pero entenderme, no me refiero al nacionalismo estatal si no al regional.
Y aquí, inevitablemente, las dos grandes lecciones cuyo fruto constituiría los cimientos de mi particular empeño.
2. Los hechos:
Considerando sólo las lecciones trascendentales (y ya debieron serlo porque las recuerdo) la primera definiría los preceptos de la capacidad de poder decisorio del pueblo y la otra, motivaría la cuestión del POR QUÉ y de la idoneidad o no, del régimen organizacional actual.
○ Contaba Colomer que cuando se firmó la Constitución de 1978, osea, la actual, se estableció que España se dividiría en municipios, provincias y comunidades autónomas en función de las características de cada región, o en aquel entonces, reino, respetando y considerando a tal efecto las particularidades, idioma, historia y costumbres de cada territorio. Establecido en varios artículos de la CE y también en los art. recogidos en el Título VIII.
Luego, no es loable que los territorios geográficos con características comunes en ellos y diferentes del resto del territorio, pretendan constituirse como autónomos? Y en relación al independentismo Catalán, el PV y Navarra gozan de un régimen económico diferente al del resto de España, por lo tanto, si el nacionalismo Catalán se basa en, como lo describe la gente, que ellos no quieren pagar… sería lógico? Pues claro que sí. Y más cuando el gobierno central discrimina a las CCAA a la hora de otorgarles créditos presupuestarios y subvenciones en función del partido político que haya sido elegido por los habitantes de esa CA. En fin, particularmente me parece completamente respetable el exigir pactos de autoorganización por parte de cualquier territorio para con el gobierno central.
No obstante, tengo que matizar que lo que está ocurriendo en Cataluña ahora me parece una falta de respeto por parte de los líderes políticos hacia la población. Me parece que aprovechando la voluntad del pueblo de exigir la independencia se han autodenominado como líderes de ese movimiento y además han cometido la irresponsabilidad de animar a la población a ponerse en la palestra, a ser apaleados, a dar la cara, para un beneficio quizá personal. Cuando la gente salió a la calle a protestar por la represión policial en el 1O aquellos desde otros países enviaban mensajes tipo, estamos orgullosos, gracias por defendernos, aunque la gente peleaba en realidad por sus derechos democráticos, no específicamente por ellos. Se abanderaron la lucha del pueblo. Y eso, a mi, me parece manipulación. Porque pienso que quién está detrás de todo este movimiento es Mas y por supuesto, Pujol. Y la reputación de éstos es cuestionable, pues la recua de F. González incuía también a J. Pujol, y de hecho, se ha visto. Luego, cabe preguntarse, qué tipo de político es el que lucha por la independencia del territorio en el que gobierna y a su vez, utiliza la recaudación grabada a sus ciudadanos para su beneficio particular? No es coherente.
Y, por fin, este argumento da pie a la segunda de las cuestiones, piedra angular del razonamiento que se está planteando.
○ Contaba Colomer, otra vez, algo totalmente extravagante.
Relataba con hechos verídicos, las formas de organización que se habían dado en la antigüedad. Lo cuento.
Una de las sociedades más importantes en la historia, por su forma de organización política y social y los hitos que marcaron esta modalidad de organización, eran los TUPIGUARANÍES. O guaraníes. No es coña, eran las tribus que habitaban en América del sur.
Bueno, pues esta gente se organizaba de la siguiente manera:
Vivían en tribus separadas, en grupos, aunque todos eran guaraníes, de procedencia. Cada grupo habitaba en sus respectivos poblados o bien buscaban nuevos territorios viviendo como nómadas. Fuera como fuese, cada pequeña tribu iba a su royo.
Hasta ahí todo normal. Ahora, cuando surgía algún problema o había un asunto sobre el que tomar una decisión, las tribus se reunían y exponían los preceptos. Ante esto, cualquier persona allí presente que tuviese una idea o un argumento relativo a tal precepto o se le ocurriría un plan para solucionar el problema, y lo quería dar a conocer o proponer, lo hacía en aquella asamblea.
Podrían haber 100 propuestas o 1. Tras dar un tiempo de reflexión, la solución al problema se exponía a votación. Los allí presentes decidían a mano alzada cuál era la propuesta que más les gustaba. La ganadora entonces se llevaría a cabo. Con el apoyo común de todos los afectados.
Después, cuando el tema estaba resuelto, cada uno seguía con su vida. Y nada más.
3. Las conclusiones:
Esto sí era democracia.
Volviendo al punto anterior, sobre el independientismo, cuanto menor sea el órgano decisorio, mayor es la representación del pueblo en la toma de decisiones. Ahora bien, si ello implica que existen entre el pueblo y el Estado 50 escalones que van a filtrar y manipular la voluntad del pueblo, si con el sufragio universal se supone que ejercemos nuestro derecho democrático a decidir sobre las cuestiones que nos atañen, si ni siquiera podemos acceder a la información más esencial sobre lo que se hace con nuestros impuestos, entonces, qué democracia es esta? No se supone que la democracia es la frma de gobierno en la que el pueblo decide por mayoría? Yo hago memoria y, la verdad, todavía no he decidido absolutamente nada, y vosotros?
Votar un partido político que almuerza con la oposición no tiene mucho de democrático.
Y, finalmente, aunque no por ello menos importante, por qué ha de ser la política un negocio? Por qué han de cobrar los representantes del pueblo? Y sobre todo, porqué cobran esas cantidades descomunales?
Por qué no podemos votar cada una de las decisiones que hayan de tomarse? Es que somos tontos?
Por qué no se delega al gobierno la toma de una decisión y ya está? Por qué tenemos que pagarles sueldos de 100.000€ cuando han dejado de ejercer?
Y por qué, si queremos cambiar el sistema porque no funciona, no nos dejan?