Una piel acolchada y arrugada. Más a menudo aparece en la zona de muslos, barriga y nalgas, también en la espalda. La celulitis afecta típicamente a las mujeres. ¿Por qué así? ¿Por qué los hombres no la tienen?
- Cómo empieza
Los desequilibrios en el tejido graso son la causa directa que determina la aparición de la piel de naranja. Si el equilibrio metabólico queda perturbado, la grasa empieza a acumularse en diferentes partes del cuerpo, presiona los tejidos y genera problemas en el flujo sanguíneo y linfático. Aparecen irregularidades, hinchazones, la piel se ve granulada – este es el tipo de celulitis más común.
- Las hormonas y la constitución del cuerpo
Es aquí donde se notan las diferencias principales entre la mujer y el hombre y son ellas que causan (o no) celulitis.
Empecemos por la constitución del cuerpo. Las fibras de colágeno y elastina (que entre otras cosas controlan y estabilizan el tejido adiposo subcutáneo) son más elásticas en el cuerpo de la mujer (y más aún con la edad) por lo cual se desplazan fácilmente. Los desplazamientos originan abultamientos subcutáneos y de ahí un camino directo conduce a la celulitis. En el hombre, en cambio, la mayoría de estas fibras tiene una estructura de rejas, gracias a lo cual son capaces de mantener la estabilidad en la capa de grasa y no se desplazan.
¿Qué tienen que ver con todo esto las hormonas? Mucho. Sobre todo el estrógeno femenino el cual – si se perturba el equilibrio hormonal en el organismo de la mujer – facilita la aparición de bultos en la piel. Por su exceso las células adiposas acumulan demasiada grasa y retienen agua en los tejidos, lo cual favorece la formación de celulitis. Y aquí es donde los hombres otra vez tienen más suerte a menos que, por un defecto genético, hayan sido proveídos de cromosoma femenino adicional o, por varias diferentes razones, carezcan de hormonas masculinas – entonces pueden también tener celulitis, pero son casos poco frecuentes.
- Malos hábitos
Una dieta inadecuada, un estrés constante, la falta de movimiento – estos factores de la vida cotidiana también contribuyen a la formación de celulitis… en la mujer. Es otra vez cosa de la mujer y no podemos hacer nada frente a tal injusticia. Podemos, mientras tanto, prestar más atención a una dieta equilibrada basada en:
– Reducir el consumo de platos grasientos, sal, dulces, comida rápida, té y café
– Comer en cantidades pequeñas pero regularmente (4-5 veces al día)
– Incorporar a nuestro menú productos que aceleran el metabolismo, de alto valor nutricional (pescado, carne blanca, arroz, frutas y verduras)
– Consumir productos de propiedades antiinflamatorias (tomate, lechuga, boniato) y diuréticos (apio, perejil, sandía, fresas)
– Beber té verde
– Incorporar preparados naturales que contienen azafrán (esta planta ayuda a quemar el tejido graso más rápido y eliminar la celulitis).
No merece la pena guardarles rencor a los hombres por su falta de arrugas feas (se les puede llamar atención a su barriguita cervecera en cambio). Lo que conviene hacer, mientras tanto, es aplicar unos métodos simples que minimizarán la visibilidad de estos abultamientos. La dieta, la actividad física y los cuidados de la piel mediante unos cosméticos adecuados (que contienen p.ej. azafrán, ginseng, coenzima A, algas, cola de caballo, frutos de guaraná, cacao, L-carnitina o retinol) – es por lo que vale la pena apostar.