Y, es lo que ocurre. Cuántas veces nos encontramos diciéndonos a nosotros mismos o a otros..., "Es que yo pensé, supuse, creí..., etc." Y, ¿qué es lo que pasó cuando pensaste, creíste, supusiste algo que nadie te había dicho? Quizá algunas veces no haya pasado nada pero otras, tanto creerte que podías estar en la cabeza y en la piel de otro no te sirvió más que para discusiones o incluso hasta para sentirte dolido y angustiado, por algo que en realidad fue producto de tu mente inquieta o de tu imaginación.
Es mejor No pensar, creer o suponer por otro
Esto ya lo sabemos todos, pero ¿de verdad lo aplicamos? He comentado alguna vez que allá por el mes de febrero del 2013 cuando vivía en Fuerteventura una gran amiga me prestó un libro fabuloso que siempre recomiendo a todo el mundo "Los cuatro acuerdos de Miguel Ruiz"; el tercer acuerdo Tolteca dice No supongas nada. Considero que los cuatro son imprescindibles para cualquiera que desee ir por el camino de la consciencia y evolucionar en paz, pero él que es ideal para ésta entrada es justo el tercero.
Esta es una mala costumbre que tenemos y me incluyo porque aunque hago lo posible por no suponer, a veces me sorprendo a mí misma haciéndolo y no trae otra cosa más que problemas y sufrimiento. Y para colmo como la mayoría de las veces nos creemos estas suposiciones, luego no tenemos otra alternativa que defendernos, porque al final para sostener una creencia que hemos hecho nuestra y creído como real, no queda otra que argumentarla con el fin de defenderla para que no se caiga o pierda valor.
A menos que, quien haya supuesto sea capaz de dejar a un lado su ego y reconocer el error; entonces todo será más fácil porque ya no habrá nada que defender, ni tendremos que convencer a nadie de que tenemos razón ni trasgiversar las cosas a nuestro favor. Pero, ¿Cuántas veces somos capaces de hacerlo? Uyyy, es todo un aprendizaje, sin duda digno de realizar.
Compártelo en Twitter!
#SuponerNoTienePiesNiCabeza, pero lo hacemos y nos trae problemas! Click Para Twittear
Suponer no tiene pies ni cabeza
Y si lo pensamos a fondo la verdad es que no tiene ningún sentido; ¡No supongas! ¿cómo vamos a suponer algo que tiene que ver con una persona ajena a nosotros, aunque sea un hermano?. Se trata de una alguien diferente, que ha tenido vivencias distintas, que piensa por sí mismo y por no extenderme mucho, más por último diré que sus experiencias lo han moldeado tal y como es y por supuesto que éstas, no habrán sido las nuestras. Así es que ¿cómo se puede creer ni tan solo por un segundo que sabemos lo que otro piensa o cree?
La solución para evitar suponer es...
Una de las mejores formas de dejar de suponer es sustituir ésta mala costumbre por una pregunta simple y directa. Si en vez de adivinar o dar por sentado cualquier cosa, preguntamos a quien nos puede responder por ser el principal implicado en el asunto, nos ahorraríamos muchos problemas y dolores de cabeza.
Y si no nos atrevemos a preguntar entonces creo que no hay nada mejor que ser conscientes de ello y evitar hacer suposiciones de ningún tipo porque no es justo para nosotros pero menos lo es para la otra persona, a quien sin que lo merezca podemos estar juzgando injustamente.