Pues llegó el día, no quería ni imaginarlo, pero llegó…..
Me parecía increible que el tiempo hubiese pasado tan deprisa, pero sin querelo, sin esperarlo, te has hecho grande .
Intente ir allanando el terreno, hablandote del cole, de que tendrías una profe guay, que lo pasarías genial, que jugarías con muchos amigos y que mamá te recogería prontito, para poderte dar muchos mimitos y tetita.
Pues ahí estabamos, en frente de la escuela infantil, tú no lo sabes, pero la sonrisa de mamá ocultaba un agujero grande en el corazón. La sensación de tenerte que dejar en brazos de personas que no conozco y el pensar que pueda ocurrirte algo…hacen que mi alma se encoja….
Llegó el momento, te entrego, pero no quiero, no quiero separarte de mí, te entrego y entrego a la vez mi vida a las personas que te cuidarán cuando mamá no esté.
Los días posteriores fueron aún peor, el tenerte que arrancar de mis brazos llorando desconsoladamente, llorando de una forma desgarradora… hace que me sienta “mala madre”, hace que crea que te abandono, hace mi vida mas gris, mi trabajo mas odioso, y en mi pensamiento solo estas tú, en mis ojos solo el reloj, esperando que llegue la hora para recogerte en la que voy nerviosa, ansiosa por tenerte entre mis brazos, desesperada por abrazarte y no pensar en el día siguiente.
Porque tus lagrimas son puñales….
Te quiero cariño, espero que pase pronto….