Normalmente cuando pensamos en coches eléctricos nos viene a la cabeza algo pequeño, manejable, urbano. En el caso de los híbridos algo con mayor tamaño y potencia moderada.
Pues bien, Porsche se ha sacado de la manga el 918 RSR, un prototipo híbrido de competición. Lleva un motor de gasolina V8 de 563 CV y dos motores eléctricos, uno en cada rueda delantera, de 75 kW (102 CV) cada uno. La potencia total asciende a 767 CV.
Pero lo destacable de este coche no es que sea de Porsche, ni que tenga esa barbaridad de caballos siendo híbrido, etc., la verdadera novedad es su sistema para almacenar la energía.
Durante las frenadas, los dos motores eléctricos invierten su funcionamiento y convirtiéndose en generadores de energía. Ésta queda almacenada en un acumulador de energía mecánico, no químico, del que Porsche no da detalles, y que va colocado dentro del habitáculo en la posición habitual del asiento del acompañante.
Al máximo de carga, los dos motores eléctricos pueden ayudar al de gasolina durante ocho segundos.
Vía: Porsche