Como ya sabéis, estos días hemos empezado la escuela infantil. Digo hemos, porque tanto la peque como yo nos estamos adaptando al proceso. Y al igual que ella, muchos niños nuevos se están adaptando y llorando a mares…
Pero hoy no voy a hablar de ese tema. Hoy voy a hablar de los portabebés.
El primer día, cuando llegué, había allí bastantes familias dejando a sus hijos. Íbamos entrando de uno en uno, hablando con la profe, que nos contaba normas y detalles. Y hubo algo que me chocó muchísimo. A todos los padres les decían lo mismo: Dentro del centro no se pueden dejar los carros ni las sillitas de paseo, las tienen que dejar en el patio de la escuela. Pero el centro no se hace responsable de los carros, porque, por lo que se ve, han robado varios, así que los padres tienen que llevar una cadena y un candado para sujetar el carro a las vallas. También les recomendaban que llevasen una burbuja para la lluvia. Pero no sólo para los días de lluvia, noooo. Para todos los días, puesto que los carros están en el patio, donde juegan todos los bebés y acaban llenos de arena de la que los niños lanzan por los aires. Evidentemente, a mi no me dieron esa información, porque yo iba con mi princesa en la bandolera, que me llevé de vuelta al coche cuando la dejé allí.
Unos días después, cayó un chaparrón de esos de sin previo aviso. La mayoría de los carros no tenían la burbuja, imagino que no estaban todavía preparados. Así que cuando llegué a por la peque, los carros del patio estaban chorreando, literalmente. Uno tenía una bolsa de basura puesta por encima, en plan apaño, que seguro que lo salvó bastante del agua. Imagino a todos esos padres y bebés, a la hora de salir de la escuela, los padres empujando un carro mojado con una mano mientras con la otra llevaban en brazos a un bebé, que dependiendo de la edad, sería más o menos pesado. Y si tenían que ir hasta el coche, bien, pero si tenían un largo paseo a casa….
Entiendo que hay muchas ocasiones en las que los carros sirven de ayuda. Aunque yo ni siquiera tenga uno, no voy a decir que no haya ocasiones en los que tengan sentido. Por ejemplo, hay padres que dejan a los bebés muy temprano en la guardería y luego se encargan los abuelos de ir a recogerlos y se vuelven a casa dando un paseo en el coche. Vale, eso lo entiendo. Lo que entiendo menos es esto que pasó uno de los primeros días de adaptación.
Llego a un aparcamiento que hay cerca de la escuela, me bajo del coche con la bandolera puesta, cojo a la pequeña y la coloco en la bandolera mientras cierro el coche y me voy hablando con ella y dándole besitos. En el mismo instante, otra mamá acababa de aparcar al lado mío. Sacó la silla del maletero, la abrió, sacó a su hijo, lo sentó en la silla y se fue hacia la guarde. 50 metros de distancia. Evidentemente, yo llegué antes, a pesar de aparcar a la vez. Dejamos a nuestros bebés y yo me fui al coche mientras ella se quedaba sujetando su sillita a la valla, para que no se la robaran. Si por las mañanas vamos corriendo para llegar al trabajo, mi opción es mucho más rápida. Pero, la cosa no terminó ahí. Porque, 2 horas después, fuimos a recoger a los peques y volvimos a coincidir. Tanto su hijo como la mía, salieron llorando. Yo la cogí rápidamente en brazos, la puse pegadita a mí en el portabebé y nos fuimos hacia el coche, con muchos, muchos mimos. Ella en cambio, abrazó su bebé un momento y lo sentó en la silla, donde el pobre siguió llorando, porque tenían que llegar hasta el coche. Cuando yo ya me iba, ella estaba haciendo el proceso contrario de cerrar la silla y meterla al maletero. En esta ocasión, no sólo me he ahorrado tiempo, en esta ocasión, mi pequeña ha recibido más consuelo por mi parte en solo 50 metros.
Resumiendo, estas son las ventajas que le veo a usar portabebé ergonómico versus silla de paseo en la escuela infantil:
1. Ahorro de tiempo al meter y sacar la silla del coche.
2. Riesgo de que te roben el carro por dejarlo en la escuela aparcado.
3. Mi portabebé no se moja con la lluvia ni se mancha de arena por dejarlo en el patio.
4. Comodidad para la escuela, y por ende, para los niños, que tienen más trozo de patio libre para jugar.
5. Y el que considero más importante, la posibilidad de brindarles a nuestros bebés, que están viviendo unos días duros por la separación, abrazos, besos, cariño y palabras de amor, a unos solos centímetros de distancia.
¿Vosotros que opináis?