Mi historia de amor con el porteo empezó tarde... Con Alex, portear porteaba desde el principio, pero mal. Como buena primeriza desconectada de todo, no conocía la existencia de portabebés ergonómicos. Lo normal, lo que veía en la calle, eran las "colgonas" y eso es lo que me compré, una preciosa "colgona" satinada que me destrozaba la espalda al poco tiempo de usarla.
Si es cierto que había visto a algunas mamis con fulares, pero no era lo habitual.
Con una espalda hecha un desastre por el uso de un portabebés inadecuado, y la cabeza como un bombo por un bebé "de alta demanda" que no quería carro ni en sueños, empecé a investigar otras formas de porteo. Además, estaba empezando a desarrollar un super brazo musculoso de tanto llevar a Alex en un brazo mientras empujaba el cochecito con otro y había momentos en los que deseaba tener ambas manos libres para poder pagar las compras o, para ser sinceros, mear con tranquilidad y con posibilidad de limpiarme después....
Así descubrí los fulares... Después llegó la bandolera, los Mei-Tai,... Y por último, las mochilas ergonómicas....
Portear me hacia feliz, me daba libertad y me resultaba cómodo. No tenía que ir arrastrando un cochecito convertido en el carro del super improvisado, podía usar las manos para otras cosas y no solo para sujetar a un bebé.
El tiempo fue pasando, y un día, en una escapada a PortAventura con Suu de Construyendo una familia y Elo, de Una maternidad diferente, descubrí la Emei.
Si en ese momento alguien me hubiera hecho una foto al ver aquella mochila preciosa, habría sido algo así:
Elo llevaba a su niña en una mochila que no había visto nunca... La combinación perfecta entre fular y mochila, con unos colores preciosos en el panel, con unas anillas para ajustar.... En ese momento me enamore de ella ( de la mochila, no de Elo... que Elo ya me había enamorado tiempo atrás por ser una persona tan maravillosa sin pelos en la lengua ) y decidí que, si conseguía engañar a PapadeAlex para tener otr@ hij@, me iba a hacer con una igualita.
Y es que, en ese momento yo aún no lo sabía... Pero PapadeAlex ya había sido engañado... Y Ari estaba creciendo dentro de mi...
Mi EmeiBaby modelo Arcoiris llegó un dia lluvioso de la mano de la mismísima Elo con asesoramiento y primer ajuste incluido en el precio. Hasta el momento, había estado usando el fular elástico que compré con Alex, práctico, pero un completo engorro para poner ( a mi el preanudado y el poner al bebé me llevaba un rato, patosa que es una ).
Empezar a usar la EmeiBaby ha sido una liberación para mi. Si tengo que hacer un listado de sus ventajas, serían las siguientes:
- Es válida desde el nacimiento sin necesidad de accesorios ni inventos extraños
- Se ajusta el panel una vez y luego solo hay que hacer pequeñas modificaciones a medida que crece el bebé, con lo que se coloca muy rápido a la hora de salir de casa
- El ajuste mediante anillas hace que podamos ajustar, con precisión casi milimétrica, el panel que sujeta la espalda del bebé, amoldándose a la espalda y a la curvatura natural del bebé.
- Al ser tela de fular, no da tanta calor como las mochilas ergonómicas convencionales.
- Sirve para ambos padres y se ajusta muy fácilmente
- Los colores son muy bonitos haciendo que la mochila sea muy llamativa. A mi me preguntan mucho por ella allá donde voy.
- Es algodón orgánico 100%
- Las tiras están muy bien acolchadas
- Ajuste rápido de todas las partes
En resumen, con la Emei, tenemos todas las ventajas de un fular con la comodidad de una mochila.
Como la mayoría de mochilas, la Emei permite portear tanto delante, como en la espalda. Es apta desde el nacimiento ( es decir, 3kg. ), hasta niños mayores ( en las especificaciones pone 15kg, pero como muy bien me explicó Elo, se debe a que está homologada en Europa. Si se hubiera homologado en EEUU, por ejemplo, seguramente pondría que es válida hasta los 20Kg. De todas maneras, la mochila es completamente segura más allá de ese peso y Elo así lo demuestra llevando a su hija en ella. Yo misma he metido a Alex que pesa más de 17kg en ella y sin ningún problema, hoygan ). El secreto de esta gran variabilidad de edad, se debe a unos cordoncitos que tiene la Emei en la parte inferior del panel, que permite ajustar la Emei a medida que van creciendo y coger de corva a corva ( por debajo de las rodillas )
La mochila dispone también de una capucha para sujetar la cabeza del bebé cuando duerme o para protegerle del sol. Para los bebés más pequeños, tiene una cinta en el bolsillo donde se guarda la capucha que permite ajustarla y evitar que vayan con la cabecita colgando.
He hablado de ventajas, pero si soy sincera, también hay algunas desventajas:
- La mochila, aparte del panel, es negra, incluida la capucha y hace que si estás al sol se note el calor. Existe una versión en blanco que es edición especial para el verano, pero teniendo en cuenta que la negra se ensucia, la blanca debe ser peor...
- El precio. De entrada, el precio puede ser considerado una desventaja, aunque si tenemos en cuenta el precio de otras mochilas que necesitan complementos, acabas pagando lo mismo. También hay que pensar que con una sola mochila, tenemos desde el nacimiento hasta los 4 años más o menos, así que se amortiza
- Es adictiva. Si, lo siento mucho, pero el uso de esta mochila crea adicción hacia el porteo, adicción al contacto con el bebé y adicción a tener las manos libres mientras llevas al bebé cerquita de tu corazón.
- Se necesita una cierta habilidad para ajustarla la primera vez. Por suerte, Elo y su socia Elena han pensado en ello y han editado varios vídeos que podéis ver en YouTube
Espero que os guste la mochila tanto como a mi... Si queréis conocerla mejor, podéis acercaros a la tienda de Elo y Elena en Alcorcón, Oh La Luna!, donde os atenderan encantadas y os asesoraran sobre esta mochila o cualquier otro tipo de porteo.
También podéis encontrar Emeibeby en Facebook.