Cuando me embaracé, comence una búsqueda extraña que me alejó de a poco del mundo conocido y me adentro en un mundo antiguo, de tradiciones e intuiciones. Con el tiempo me di cuenta de que ese camino me armaba una maternidad diferente, pero más mía. En ese camino sigo, y por ese camino voy con mi cachorro a cuestas, contagiando la maravilla de llevarlo cerca y compartir mucho mas.
Así, aprendimos nudos y nuditos para el fular y ahora disfrutamos del mei tai con el cual me cargo a la espalda al cachorro (pese al peso de un de año y medio, si) para recorrer juntos nuestra tierra. Y descubrimos flores y animales, y nos reimos y cantamos. Asi vamos compartiendo. No podria llevarlo de otra manera. Se que esta es nuestra manera y es la mejor.