Pregunta: existe alguna santa o virgen que se llame Alda. Respuesta: Sí que tenemos una beata así llamada. Beata Alda de Pürten, viuda. 5 de febrero. Alda, Alta o Inmengard, como también se le conoce, vivió en el siglo XI, en el Imperio Germánico. Fue Duquesa de Zutphen y mujer de Chadalhoch III de Isengau, quien fuera hermano de la Beata Inmengard de Süchteln (4 de septiembre) y de San Peregrino de Colonia (25 de agosto). El matrimonio no tuvo hijos, y todos sus bienes los dedicaron al socorro de los pobres y enfermos y en el sostenimiento de varios monasterios e iglesias. Construyeron una hermosa iglesia en Pürten, Baviera. En 1030 su marido murió y Alda se retiró a una finca que poseían en Au, donde vivió dedicada a la oración, la penitencia y la vida sencilla, sin dejar de socorrer a los pobres. Murió el 5 de febrero de 1075, luego de dejar arreglado que en esa finca se fundara un monasterio de Canónigos Regulares de San Agustín. Sobre su culto no hay vestigios sino hasta el siglo XVI, cuando los canónigos reciben autorización para venerar de forma pública el sepulcro de su "fundadora". Y comienzan a practicar la curiosa devoción de poner sobre las cabezas de los peregrinos aquejados de dolor de cabeza, un libro "milagroso" que contaba la leyenda de una princesa llamada Alda, quien, guiada por la Virgen María, hizo penitencia y muchos milagros en Pürten. Esta historia fue propagada por los religiosos como parte de la vida de nuestra Alda, y así su devoción se consolidó. En el siglo XVIII la capilla se redecoró al gusto barroco y se añadió un fresco obra de Johann Martin Seltenhorn, el cual recoge la leyenda medieval de la princesa, y tiene este texto: "En esta tumba descansa el cuerpo de la Beata Alda, una princesa de sangre francesa. Cuando se vio afectada por una grave enfermedad, recurrió a la ayuda de la Santa Madre de Dios. Esta última le dijo que tenía que ser llevada al monasterio de Santa María de Pürten. Si moría en el camino, tenía que poner su ataúd en un carro tirado por mulas y allí donde estas se detuvieran, ella tenía que ser enterrada. De hecho, murió en el camino. Los burros la llevaron a Pürten sin falta. Cuando llegaron allí, no se movieron ni un solo paso, y no había forma de hacer que se moviera. Alda aún no había sido enterrada, o los milagros comenzaron y continuaron hasta el día de hoy. AD. 1716.
Con esta historieta aplicada a la duquesa Alda, la devoción creció y hubo numerosos peregrinos hasta el siglo XIX. Desde 1805 el libro, una joya medieval, se conserva en Biblioteca Estatal de Munich. A 5 de febrero además se celebra a: