Portugal ha sido siempre ejemplo de muchas cosas, fue un país que consiguió asombrar al mundo, al derrocar a un dictador, haciendo una revolución pacífica al grito de "el pueblo es quien más ordena". En mi Erasmus en Coimbra pude vivir un ejemplo de universidad en donde los estudiantes eran el pulso de la vida académica diaria y en dónde existía una vida cultural y política que dejaba pequeña a Salamanca.
Revolução dos Cravos, by Adres
37 años después de la revolución de los claveles, los dictadores, los enemigos son otros, más difusos, menos nítidos, quizás más temibles. Por eso hoy es más necesaria que nunca otra revolución, que prenda en Portugal para toda Europa como prendió en Túnez para todo el Magreb. Una revolución pacífica, pero contundente, fruto de la indignación del pueblo, que entre como brisa fresca por las ventanas de estas democracias marchitas, viciadas, caducas, que ilusione, que nos devuelva las ganas de volver a creer que es el pueblo quien más ordena.Abril es mes de revoluciones, la mentira del rescate unido a unas condiciones inaceptables será la chispa que provoque otra explosión de claveles, inicio de una nueva página de esta Iberia, de esta Europa nuestra.A todos los amigos portugueses
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