Innovación: ¡adáptate!
Por Ignasi Clos.
Sociedad de la Información.
Pos Conocimiento: 10 características de la Sociedad de la Innovación
Los que nos seguís sabéis que Sociedad de la Innovación es, más que un blog, una plataforma abierta para cualquier persona o profesional que quiera fomentar la cultura de la innovación en todo tipo de organizaciones (administraciones, empresas, escuelas…), que tanto lo necesitan en esta era de explosión creativa y tecnológica que estamos viviendo.
Por aquí han pasado, y siguen haciéndolo, autores como Fernando Lázaro, Angel Alba, Javier Martínez, Héctor Gardó, Pep Orellana o Xavi Olba, y muchos otros a los que quiero agradecer su participación (podéis visitar el perfil de todos ellos en SDLI aquí).
Porque lo de la sociedad de la información, o la sociedad del conocimiento, “se acabó”. Hemos cambiado de era. Vivimos en lo que llamamos en Induct la Sociedad de la Innovación, una era en la que la innovación es el centro de la estrategia de las empresas que tienen éxito.
Pero, aunque parezca imposible, todavía hay “líderes” que no entienden que ya no se tiene éxito mirando sólo a la eficiencia y el margen financiero, sino sobretodo a la capacidad creativa de las compañías, es necesario que expliquemos en detalle el concepto.
Pero primero hagamos un breve repaso a la Historia más reciente.
¿Cómo hemos llegado a la Sociedad de la Innovación?
El mundo ha cambiado demasiado rápido desde el 9 de noviembre de 1989, con la caída del muro de Berlín.Veamos un pequeño repaso a lo que ha ocurrido a nivel global:
- A principios de los 90 empezamos a creer que era el Fin de la Historia (como anunciara Francis Fukuyama), una Historia gobernada por democracias basadas en leyes y tecnologías y el soporte de los mercados.
- A mediados de los 90 nos dimos cuenta que vivíamos en la Sociedad de la Información, o la “Sociedad Red”, como la definía Manel Castells, en la que el poder se decidía por nuestra capacidad de acceso a la red. En la nueva realidad, todas las relaciones de consumo, producción, influencia, y poder están basadas en redes de información, y propulsadas por las tecnologías de información.
Estas nuevas tecnologías han empezado a cambiar tanto nuestras realidades, que a principios de la década pasada empezamos a pensar que el mundo era plano, esto es, que daba igual donde estábamos, cualquiera podía ofrecer cualquier producto o servicio de cualquier lugar del planeta.
China competía de repente con Estados Unidos, Japón ganaba la batalla de la producción de automóviles, en la India se realizaban servicios de contabilidad o atención telefónica para empresas del mundo anglosajón.
Las cadenas de valor eran y son) cada vez más globales, y creímos también que dos países que colaboraran en la misma cadena de valor no podían entrar nunca en conflicto. Os recomiendo este resumen de “The World is Flat” de Thomas Friedman. Luego muy criticado claro, por ejemplo, desde la Harvard Business Review.
- Tal era el poder de los mercados globales, que casi hemos traspasado nuestra soberanía a las grandes multinacionales. Ya no solo todo depende de los estados. El poder de las multinacionales es a veces mucho mayor. Y empiezan a aparecer movimientos anti-globalización, y autores denunciando el poder de las marcas, como Naomi Klein con su No Logo.
- Una vez todo empezó a ocurrir en la red, nos dimos cuenta que la clave era canalizar y filtrar esa información, para convertirla en conocimiento de valor. Y empezamos a hablar de la sociedad del conocimiento. Ciudades como Barcelona transformaron su modelo industrial hacia la nueva era basada en las nuevas tecnologías y la sociedad del conocimiento. Era la época del web 1.0. y el web 2.0.
Nace la economía colaborativa, mientras seguimos en la eterna lucha por crear un modelo que funcione mejor que el demasiado desigual binomio capitalismo-democracia. Lo que Martin Wolf llama la “odd couple”, (Financial Times).
- Todos estos movimientos impactaron a nivel cultural también, y vivimos ya en una “sociedad líquida” (gracias Zigmun Bauman), en la que las realidades sólidas de nuestros abuelos, como el trabajo o el compromiso, se han desvanecido. Una sociedad en la que nada es permanente, todo cambia antes de convertirse en hábito. Así, las habilidades se convierten en poco tiempo en discapacidades, los logros en fracasos.
Vivimos en la incertidumbre constante, en la lucha eterna por no quedar obsoletos. Lo que en el mercado laboral llamaríamos precariedad. Esto impacta incluso en nuestra capacidad de ser felices: en un entorno tan cambiante, nos replanteamos constantemente las preguntas de “¿quién soy?”, “¿quiero hacer lo que hago?”, “¿qué sentido y propósito tengo?”. Y buscamos la felicidad en realidades ficticias como las redes sociales, en las que las habilidades sociales no son realmente necesarias.
¿Y hacia dónde vamos?
Han pasado casi 30 años, pero el mundo de hoy no se parece en nada a aquel 1989 quieto, frío, binómico (comunismo o capitalismo, URSS o Estados Unidos, Nike o Adidas) en el que la tensión era predecible: se sabía quién podía hacer qué, y qué daños podía causar a quién. Esto ya no es así.
Y el mundo sigue avanzando cada vez más rápido, mientras nos acercamos a 2020. Algunas tendencias disruptivas seguirán cambiando cómo vivimos, por ejemplo:
- Creciente creación de datos: en 2020 crearemos 40ZB al año, por 1ZB en 2010. ¡Lo que da para crear una columna de cd’s de aquí a la Luna y volver! En la nueva era, los datos son el poder.
- La tecnología aplicada en los humanos, para alargar nuestras vidas y mejorar nuestras habilidades, el transhumanismo, es inevitable. Aquí ya hablamos en su día de Neil Harbisson, el primer ciborg.
- La automatización de todo, también de los servicios, que incrementa el ritmo de destrucción de empleos de bajo valor añadido.
Entonces, ¿qué es la Sociedad de la Innovación? 10 características:
Estas son las características que resumen la era de la Revolución creativa, la Sociedad de la Innovación:
1. La sociedad de la innovación es una realidad en la que las innovaciones tecnológicas radicales suceden cada vez de forma más rápida. Y no tardarán en llegar nuevas disrupciones que lo cambiarán todo, como la computación cuántica o la energía de fusión, algo inimaginable hace un tiempo, y que ayudarán a hacer frente a los grandes retos que se plantea la Humanidad en este planeta durante los próximos tiempos.
Si necesitáis profundizar sobre las razones del crecimiento exponencial de las revoluciones tecnológicas, leed sobre la Ley de Moore (data de, y se viene cumpliendo desde, 1965), según la cual la capacidad computacional se duplica cada 18 meses. Razón por la cual la “singularidad” (cuando la habilidad de las computadoras/robots sobrepase la de los humanos: pregunténle a Garri Kasparov) está a la vuelta de la esquina (2025 por ser más exactos).
2. La sociedad de la innovación es una sociedad en la que el cambio no solo es constante, sino además es creciente. Las organizaciones de éxito, para mentenerse en posiciones de liderazgo, se ven obligadas a mutar cada vez más rápido.
3. La sociedad de la innovación es una sociedad donde decenas de tendencias de todo tipo se superponen, y cada vez somos menos capaces de entenderlas, y de preveer cómo impactará el cruce de distintos tipos de tendencias sobre nosotros. Esto hace que la Sociedad de la Innovación, más que complicada (era Industrial), sea compleja.
4. La sociedad de la innovación es una sociedad donde la digitalización reduce el nivel de ingresos de cualquier industria, hasta el “coste marginal 0″ (recomendamos el libro de Rifkin). Es lo que muchos llaman la “desmonetización”de la economía. La digitalización está eliminando márgenes de mercados cuyo modelo de negocio ha quedado obsoleto:
5. La sociedad de la innovación es una realidad en la que el poder de decisión está cada vez más en las manos de los usuarios, más que en las empresas, en la mayoría de industrias. Es lo que se ha venido a llamar la”democratización” de la sociedad. Todos tenemos a nuestra disposición un conocimiento y herramientas antes imposibles de asumir en toda una vida para cualquier persona. Ello lleva a que las empresas y los lobbies pierden el poder de decisión en sus industrias (veáse el caso de Uber, Cabify, o Lyft y su impacto en el taxi).
La tecnología pone a disposición del usuario un abanico de opciones mucho más amplio, ganando así capacidad de decisión, mejorando su accesibilidad a servicios, e incluso generando capacidad para modificar decisiones de empresas e instituciones. No sólo, eso, sino que los consumidores pueden convertirse ya en productores, desde su propia casa, gracias a la revolución del movimiento maker, gracias entre otros a la impresión 3D.
De hecho, la Sociedad de la Innovación nos obliga a aprender un nuevo idioma, el de la programación, más que el Chino o el Inglés, los idiomas de la era de la Información y del Conocimiento. Para ello, hay herramientas a disposición de cualquiera, independientemente de niveles socio-económicos, como Scratch, code.org, o Arduino.
6. En la sociedad de la innovación, los datos son el poder, y el sistema de datos es casi el nuevo dios, la nueva religión (ver este post que escribí sobre “Homo Deus”). Uno de los elementos clave de las “organizaciones exponenciales” (de lectura obligada) de Salim Islaim es su capacidad no sólo de utilizar la digitalización para crear modelos de negocios escalables, sino también su agilidad en generar un modelo de negocio basado en la gestión de los datos.
7. En la sociedad de la innovación, las personas confiamos más en nuestros amigos más cercanos que en las fuentes de información tradicionales (empresas, instituciones, medios tradicionales, blogs…). Es lo que tiene la infoxicación de Alfons Cornella, nos hace creer a los que tenemos más cerca, nos da más seguridad.
8. En la Sociedad de la Innovación, vivimos en la revolución del trabajo constante. Ya no sabemos cómo nos ganaremos la vida en 2025. El 65% de los más jóvenes que empiezan primaria este curso estarán empleados en un trabajo que no se ha inventado todavía. Pero sí sabemos que el 80% de esos trabajos requerirán algún conocimiento tecnológico. Importante conocer este dato, teniendo en cuenta que un 23% de la población Española se considera tecnófoba.
9. En la Sociedad de la Innovación, la educación ha dado un giro de 360º. El 60% de los jóvenes entre 16 y 18 años cree dominar mejor la tecnología que sus profesores. El 71% asegura que aprende más en casa que en clase. La tan famosa “flipped classroom” es un modelo de un cambio obligado. Lo educación ya no es dar la lección en clase. Sino acceder al contenido fuera del aula para utilizar este espacio para educar para fomentar las habilidades creativas, las más necesarias en el nuevo mercado laboral. Cada vez más escuelas están abrazando este movimiento de transformación educativa.
10. Y por último, para los más agoreros, cabe remarcar que la Sociedad de la Innovación, además de ser estresante, es también el mejor momento de la Historia de la Humanidad. Mayor renta per cápita media a nivel mundial, mayor educación, mayor esperanza de vida media, mayor riqueza y mejor repartida que nunca (más clase media que nunca), menor violencia… Los datos son aplastantes. El reto que nos plantea la revolución tecnológica es, eso sí, planteamientos éticos y morales sobre cómo y qué tipo de tecnología aplicar, y para qué.
Por ejemplo, la aplicación de pago Alipay que en China quiere analizar tu influencia social digital para darte unos beneficios u otros, o el hecho de que los más jóvenes luchen por convertirse en influencers, son dos tendencias a las que es necesario prestar atención desde el prisma de la ética. Por estas razones la empatía y la ética son dos de los principales valores a fomentar en la nueva realidad. El IESE lo llama Innovación Responsable, nosotros Innovación Útil.
¿Qué implica la Sociedad de la Innovación para territorios, organizaciones y personas?
En la sociedad de la innovación, gana el más flexible y ágil, más que el más fuerte. Territorios (países, regiones, ciudades), organizaciones (empresas, escuelas, administraciones, centros de salud…) y personas (profesionales, ciudadadanos, empleados, freelancers…), deben construir “antifragilidad”, más que hacerse fuertes y grandes en un ámbito o especialidad concreta.
La sociedad de la innovación, en definitiva, lo cambia todo, tanto a nivel personal como profesional:
- Los países, regiones y ciudades deben fomentar las STEAM(Science, Technology, Engineering, Arts & Mathermatics) en el sistema educativo, dado que son el origen del progreso económico y social. De hecho, por cada graduado en estos ámbitos, los países ganan más de setenta patentes tecnológicas.
- Las empresas tradicionales enfocadas a la eficiencia y el margen, en las que las decisiones se toman desde arriba, están abocadas al fracaso, porque los de arriba no están cerca de los consumidores y, por tanto, ¡no entienden lo que estos necesitan! Se necesitan empresas creativas con fuerte cultura de innovación capaces de hacer de la innovación su forma de ser.
- Personas y organizaciones vivimos en betaconstante, obligados a observar, preguntar, relacionarnos con personas fuera de nuestro ámbito, y experimentar de forma constante para sobrevivir a los cambios. Es lo que De Bonollama el ADN Innovador.
- Y a nivel personal, deberemos aceptar que la principal habilidad deberá ser saber adaptarnos al cambio de forma constante. Prepararnos para no aceptar nada como una realidad “verdadera”, ya que al día siguiente esta puede ser otra muy distinta.
Debemos estar preparados para el cambio constante, tanto personal como a nivel empresa. Ahora, la innovación es la única constante. Innovas o mueres.
Por eso existimos, para ayudar a que tu territorio, organización o profesionales den el salto a la Sociedad de la Innovación. Descubre cómo te podemos ayudar a través de nuestros servicios Induct.
Si compartes la urgencia de la innovación y nuestra visión, y quieres seguir fomentando la adaptación de todos a la Sociedad de la Innovación, te invitamos a compartir este post, y también a escribir en nuestro blog. Para ello, solo tienes que escribirnos aquí.
Muchas gracias por leernos. ¡Haz difusión!
Nota: este post fue publicado originalmente a finales de 2017, y lo hemos actualizado con nuevos datos, fuentes, y conocimiento. Porque si algo caracteriza a la Sociedad de la Innovación, ya sabéis, ¡es su creciente ritmo de cambio!
Escrito por Ignasi Clos
24 agosto, 2018
Ignasi Clos
Socio y Director de Proyectos de Innovación Abierta en Induct SEA, S.L.Graduado en Negocios y Marketing internacional. Fue consultor de internacionalización en las oficinas de los Estados Unidos de Acc10 (Nueva York y Miami) durante 2 años, consultor de Estrategia y Operaciones en Deloitte, SL durante 4 años, y desde 2010 está involucrado en el mundo de la innovación y el emprendimiento, como consultor para pequeños emprendedores, y como Socio Director de Proyectos de Innovación Abierta en la oficina en Barcelona del Grupo Induct. Es professor de Innovación y Emprendimiento en la UPF.Ignasi Clos en Linkedin:Co-Founder & Innovation consultant at Induct ES, The Open Innovation Company
Barcelona y alrededores, España
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Fuente: Sociedad de la Innovación
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