¿No conoces la flor de Riqui riqui? Entrecierro los ojos tratando de buscar en mi memoria. ¿En serio no conoces la flor de Riqui riqui? me vuelve a preguntar Ulf, mientras camino detrás de él hacia una zona del jardín donde florecen varias. Le digo que quizá sí, pero que no la recordaba y es ahí cuando Ulf comienza a contar que fue la flor que más le gustó cuando llegó a Venezuela desde su natal Alemania, porque tuvo una entre sus manos y no se marchitaba. Así llamó a su posada y la ha visto crecer junto a Marianella, su esposa, desde el año 2004. Recuperaron los espacios de un taller, tumbaron paredes, pusieron otras, sembraron plantas. La hicieron crecer.
Tendemos a decir Choroní por generalizar, pero a donde realmente llegamos es a Puerto Colombia. Allí está el terminal de autobuses y esa calle que desemboca en colores y posadas, la calle que llega hasta esa orilla desde donde parten todas las lanchas para recorrer las playas de la costa de Aragua: Chuao, Cepe, Uricao, Tuja y varias más. Es en Puerto Colombia donde encontramos esta posada, en la calle principal del pueblo, a 200 metros del terminal, con su fachada naranja, con su portón abierto, con la sonrisa de Marianella, con los ojos azules de Ulf.
Desde afuera no se pensaría que la posada es tan grande como lo es. Tiene habitaciones dobles, triples, cuádruples, quíntuples y hasta una casita para doce personas con su propia cocina. Todas están limpias, con grandes ventanales, aire acondicionado, agua caliente y televisor. Cuando llegas, te dan las llaves y te piden que las dejes cuando vayas de paseo, pero que te las lleves si vas a llegar después de las nueve de la noche, para que abras el portón. Lo que pasa es que uno intenta volver a mitad de tarde para refugiarse en la piscina -que es pequeña, pero necesaria- para terminar el día como se debe, para que el descanso sea más prolongado. Tiene también, puestos de estacionamiento y servicio de lavandería (con un pago adicional).
El comedor es amplio y llega la señal de wifi. El precio solo incluye el hospedaje, pero en Puerto Colombia hay muchos sitios para desayunar, almorzar y cenar. Solo basta con ir calle abajo y preguntar, porque no faltarán las recomendaciones. Marianella se preocupa porque comas bien, que disfrutes del mar, de pueblo por las noches. Ulf hace lo propio y es muy buen conversador. Dormí allí tres noches y la recomiendo a aquellos que quieran tener una buena estancia sin pretender grandes lujos.
PARÉNTESIS. Para reservar en la posada, pueden llamar a los números 0416.7096366 / 0424.3275425 / 0243.9911061 o escribir al correo [email protected] Si no tienen carro, como yo, pueden tomar un bus hasta el terminal de Maracay y desde allí los coloridos buses que llegan al terminal de Choroní en dos horas y por Bs. 250 (enero 2016) Desde ahí se camina hasta la posada, no es lejos.