Revista Opinión
POSEÍDA
Cuando la vida pierde sentido porque lo único que puedes pensar es salir de este gobierno. Cuando comer pierde sabor y la cotidianidad pasa desapercibida porque el único norte es la libertad. El trabajo, el quehacer diario, el cansancio, el hambre, la sed, el calor, la lluvia ya no se siente porque tu cuerpo solamente ansía justicia. Cuando lo que vives a diario deja de ser importante porque lo trascendental se apodera de tu mente, de tu cuerpo y de tu espíritu. Es el hecho de estar poseída por un guerrero interno que late y te impulsa y ya no sientes sino una fuerza interior que hace que todo lo que te rodea es como si no existiera y vas tras un ideal. Platón se vuelve tangible, lo entiendes cada vez mejor, el mundo del Eidos es lo que te ocupa y sabes que no es vulgar utopía marxista, Venezuela libre, justa, democrática y próspera como debería ser un país tan privilegiado en recursos naturales y humanos.
Resulta incomprensible como llegamos a esta situación, como nos dejamos, como caímos en ser gobernados por sátrapas y delincuentes, gente sin cultura pero inteligente para corromper y destruir cuanto toca. Parecemos ingenuos protestando pacíficamente ante un régimen asesino. Algunos todavía se sorprenden, algunos aun temen salir y unirse a las protestas y nos miran de lejos incrédulos como si lo que pasa no les perteneciera, como si fuera asunto de otros y no de ellos, “La Vida Está En Otra Parte” escribió Milan Kundera, siguen su vida normal, se levantan, comen, van a trabajar o buscarse la vida, toman el bus, el taxi o suben a sus carros, llegan a sus casas y simplemente viven su día a día en este país depauperado, donde casi nada funciona o no funciona bien, los servicios públicos lamentables en un país petrolero donde los gobernantes ostentan groseras fortunas producto del dolo, donde los sueldos no alcanzan sino para apenas comer, donde ya no puedes hacer planes para el futuro, ahorrar no se puede, viajar o pensar en vacaciones es cosa de otros tiempos, comprar ropa es un lujo, acceder a medicinas o servicios de salud es misión imposible, pero no es asunto de ellos y quienes protestamos somos seres raros, de otro mundo, de otra madera o de otro calibre, oh si, nos miran con mucho respeto y hasta admiración, pero no, no es suficiente, no quiero ser admirada ni respetada por una lucha que debería ser de todos.
Es cierto que más del 85% del país no quiere este gobierno, pero no somos el 85% quien está luchando en las calles, somos muchos pero hacen falta más. ¿Cuándo es el paro general? piden los más radicales y quienes no somos radicales ya estamos entendiendo esa necesidad definitiva. Un paro de transporte pienso que sería bueno porque así nadie podrá ir a trabajar, pero sin ir al trabajo ¿saldrán a protestar o se quedaran en sus casas? frescolitas como ahora, ¿perderán el miedo? o ¿se quedaran miedosos? esperando que los guerreros de siempre demos la batalla. ¿Será que la sangre de libertadores no fluye igual entre todos nosotros? ¿Por qué ando yo como zombi poseída por un espíritu de libertad? Cuando me confirmé en la fe católica entendí por qué el evangelio se oye de pie, los cruzados agarraban sus escudos y sus espadas y lo leían bien plantados, dispuestos a difundirlo por el planeta, es algo así lo que me ocurre, y es tan difícil entender como otros no sienten lo mismo. Veo los gochos organizados entre ellos mismos, enfrentando este régimen sin seguir directrices de la MUD y como han tenido éxito. ¿Por qué no todos los venezolanos son poseídos por el mismo espíritu libertario? No puedo entender la parálisis de muchos, ¿Qué clase de sangre fluye por sus venas? o ¿no les fluye nada? ¿qué esperan? Maduro no va a renunciar, cada día se inventa una para permanecer en el poder a costa de lo que sea, aunque para ello haya tenido que convertirse en el peor dictador de nuestra historia, en el menos decente, en el más déspota y despiadado. La lucha no es fácil, no está siendo nada fácil por eso debemos arreciar y los necesitamos a todos. Muchos preparan maletas para regresar cuando todo esté arreglado y ¿quién lo va a arreglar si te vas?, si se van, si nos vamos.
El país ha sido abandonado por venezolanos entre 18 a 30 años que esperan que quienes nos quedamos tumbemos al gobierno para ellos regresar. Está bien salir a forjarse una vida y un futuro que Venezuela en este momento no ofrece, pero tampoco parece muy justo para quienes decidimos quedarnos a rescatar este hermoso país.
Solamente me queda rogar no te vayas, quédate a luchar, si no te has unido a la lucha es hora que te unas como puedas, dentro de tus propias posibilidades y limitaciones haz algo, si no puedes caminar lleva agua, comida, si no puedes salir cacerolea en tu casa, en tu barrio con tus vecinos, invéntate una, pero haz algo. Únete a la lucha hermano y reza para ver si te llenas del espíritu santo libertario.
Riolama Fernández @riolamaf
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