Ya vamos viendo como el día vuelve a crecer y las mañanas se llenan de luz antes y las tardes también. Dentro de unos meses tendremos que volver a realizar el cambio de hora, hoy desde el blog de La Cestita del Bebé vamos a ver como nos afecta y a nuestros peques.
¿Has notado que tu hijo se siente cansado y más irritable después del cambio de hora? ¿Cómo afecta el cambio climático a los niños pequeños y a los bebés? ¿Existen formas de combatir o incluso evitar los síntomas de debilidad? ¡Te lo contamos en detalle!
Sí, es cierto que los niños también se ven afectados por los cambios estacionales, especialmente cuando el horario cambia entre verano e invierno. Acostumbrarse a una determinada rutina y tener que adelantarla o retrasarla una hora les asusta totalmente.
Según la Asociación Española de Pediatría, los ritmos biológicos de estos niños pequeños están alterados y pueden pasar días o incluso semanas hasta que vuelvan a la normalidad. Para evitar consecuencias negativas para toda la familia, hay algunos consejos que conviene conocer.
Descubra por qué el reloj biológico de su hijo está cambiando con un nuevo horario, qué pueden hacer los padres al respecto y cuál es la mejor manera de superarlo. Ponlo en práctica no sólo con tus hijos, sino también con tus hijos mayores, ¡y verás la diferencia!
¿El cambio de hora afectará a mis hijos?
Como comentábamos, cambiar la hora de los niños significa cambiar sus relojes analógicos. Aunque los adultos estamos algo afectados, somos más conscientes de estos cambios y estamos preparados mentalmente. Sin embargo, los bebés y los niños pequeños no están preparados para hacer frente a esta nueva situación. Se realiza dos veces al año y se adelanta o retrasa una hora para aprovechar mejor la luz del día.
Aunque desde hace tiempo se baraja la posibilidad de cancelar esta medida, ahora en España y otros países se seguirá manteniendo unos años más. Estos cambios se han producido durante décadas y estudios extensos sobre cómo afectan a la población han encontrado que los niños son quienes sienten más los efectos negativos.
Es posible que les lleve más tiempo que los adultos mayores adaptarse a un nuevo horario. Incluso los cambios más pequeños en la rutina diaria de un niño pueden verse afectados. Comer a diferentes horas, levantarse y acostarse a horas inadecuadas, disfrutar del baño o del juego y del horario escolar pueden afectar a los niños en diversos grados.
Efectos de los cambios de hora en los niños
Los síntomas provocados por el cambio de clima en los niños pequeños son muy diferentes e incluso pueden variar según la edad y la época del año. Sin embargo, algunos patrones se repiten en las personas más afectadas por estos cambios de biorritmo. Entre los efectos de los cambios horarios en los niños podemos destacar los siguientes puntos:
- Falta de sueño
- Insomnio
- Dificultad para levantarse por la mañana
- Irritabilidad
- Preocupaciones
- Sentirse cansado todo el día
- Problemas con la concentración
- Pérdida de apetito
Es posible que descubra que su hijo bosteza todo el día, tiene sueño, se irrita ante el menor gesto y tiene problemas para conciliar el sueño y despertarse. Esto es completamente normal y desaparecerá en unos días. Pero al mismo tiempo hay que tener paciencia hasta que se recupere la vida normal.
La fatiga estacional en niños
Junto al cambio de hora, que se produce a finales de marzo en primavera y a finales de octubre en otoño, existen otras enfermedades que aumentan el estado físico y mental de niños y adultos. Debes haberlo oído. Esto se llama déficit de primavera y, por supuesto, también existe el déficit de otoño.
La fatiga estacional es una condición muy común que afecta a gran parte de la población mundial. Debido a los cambios que se producen en determinadas épocas del año, esto puede provocar fatiga y falta de energía durante el día.
Es en primavera y otoño cuando los cambios de periodo de luz y oscuridad durante el día son más pronunciados. También se ven afectados los cambios de temperatura, el aumento de la humedad del aire ambiente y otros detalles que pueden afectar la dinámica de nuestro cuerpo.
La protección también se reduce significativamente, por lo que la probabilidad de enfermarse suele aumentar. Esto se debe a cambios en las hormonas que se encargan de regular los ciclos del cuerpo y mantener la salud.
Cómo adaptarse a los nuevos tiempos
No hay mucho que podamos hacer cuando los tiempos cambian. Muchos de nosotros lo negamos y desearíamos que no existiera. Pero es un hecho que muchos países reconocen y sólo podemos adaptarnos y seguir adelante. El mayor problema es que tienes que continuar con tu trabajo habitual, estudios y otras actividades diarias después del cambio de horario. Cuando ocurre el cambio, podemos avanzar y adaptarnos poco a poco. Como adultos esto puede no parecer tan difícil, pero ten en cuenta que puede afectar más a tus hijos.
Una ventaja es que siempre hay cambios de tiempo los fines de semana y, gracias a esta reserva de tiempo, puedes empezar a prepararte antes del lunes. Uno de los mejores consejos es preparar tu cuerpo para el verano o el invierno a partir del viernes.
¿Cómo puedo cambiar el horario de mi hijo para que esté listo?
Cada familia es diferente y no hay dos niños que tengan las mismas necesidades. Lo mejor que puedes hacer es utilizar un enfoque de «prueba y error» para encontrar qué funciona mejor en casa.
¿Se puede prevenir la fatiga en los niños?
¡seguro! Durante años nos hemos enfrentado a los cambios climáticos y sus efectos en el organismo, y hoy los especialistas nos han dado diversos consejos para ponérnoslo más fácil. Facilite la transición para bebés, niños pequeños, niños de todas las edades e incluso adultos de la familia con estas medidas preventivas que funcionan para todos:
Se deben explicar los beneficios
El primer paso para prepararse para un cambio de horario es explorar sus beneficios. Cuando sepas exactamente por qué estás dando este paso, lo mejor será comprender el pequeño esfuerzo que hará toda la familia. Una semana antes de que suceda, explica a los niños qué harás, por qué cambiaste el horario con antelación y las ventajas del sistema para ahorrar energía y disfrutar de más horas de luz.
Fomentar todas las rutinas
Una vez completada la explicación, es momento de continuar poco a poco con la rutina. Como todavía no puedes posponer o adelantar tu jornada escolar, concéntrate en el resto del día.
Por ejemplo, empieza a despertarte un poco más temprano durante la semana. También se recomienda cambiar la hora de acostarse y bañarse. Un poquito cada día hasta que llega el fin de semana y es cuando pasan los grandes momentos.
Una dieta balanceada
Uno de los efectos de los cambios climáticos en los niños es la falta de energía. También es común enfermarse en los días siguientes, ya que el sistema inmunológico se vuelve inestable. Prepare a sus hijos para enfrentar estos problemas antes de que lleguen.
Llevando una dieta sana y equilibrada, además de alimentos ricos en vitaminas y antioxidantes, conseguirás tonificar tu organismo de tal forma que no te faltará de nada. Alimentos como frutas frescas, verduras, frutos secos y legumbres son alimentos básicos porque aportan grandes cantidades de energía y antioxidantes.
El ejercicio
Otra forma de adaptarse a los nuevos tiempos es practicar deportes. Sus hijos no sólo descansarán mejor, sino que su sistema inmunológico también funcionará de la mejor manera.
Aprovecha las oportunidades para practicar en casa todas las tardes. Pasa al menos una hora caminando por el parque con los niños o practicando tu deporte favorito. Las actividades al aire libre como los paseos por la naturaleza son doblemente beneficiosas para todos.
Participación de toda la familia
Aunque los niños son los más afectados, los hermanos mayores y los adultos pueden utilizar estas fortalezas para adaptarse mejor a los tiempos cambiantes. No lo dejes para el último día, ven y participa tú también. Es importante que toda la familia participe en estos cambios graduales antes de la noche crítica en la que se suma o resta una hora de sueño. No te dejes atrapar y hazlo bien cada vez que juegues.
Horarios de sueño recomendados para niños de diferentes edades
Dormir toda la noche es absolutamente necesario para los niños en crecimiento. Cuando duermen se liberan diversas hormonas que intervienen en su correcto desarrollo y se llenan de energía para dar lo mejor de sí al día siguiente. Cuanto más pequeño es el niño, más tiempo necesita un sueño profundo. Esto se debe a que crecen y forman tejido más rápido. ¿Cuántas horas debe dormir un niño según su edad? Bueno, también depende de cada niño. Pero el tiempo recomendado por los pediatras es el siguiente:
- Bebés hasta 3 años: 10 a 12 descansos repartidos por la noche y 1 a 2 siestas durante el día.
- Para niños de hasta 5-6 años: de 9 a 11 horas de la noche.
- Hasta la pubertad: de 8 a 10 horas, según las necesidades individuales.
A medida que crecen, es posible que cambien su horario. Independientemente de los nuevos tiempos, los niños necesitan un buen descanso nocturno para disfrutar de una buena salud.
El descanso afecta a muchos niveles, y si el descanso es importante para los adultos, para los niños es absolutamente necesario en casa. Así que descansad a tope, disfrutar, cuidaros y nos leemos en la próxima ocasión!
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