Revista Salud y Bienestar

Posiciones de Traslado

Por Diana Serrano @serralco
Transporte sanitario

Hoy me gustaría dedicar un post ilustrado a las posiciones más adecuadas para la asistencia y traslado del paciente en función de su patología. Es posible extrapolar muchas de estas posturas a cualquier lugar en el que realicemos una actividad asistencial, por lo que no lo consideréis una temática exclusiva de la extrahospitalaria.

En nuestro día a día, existen ocasiones en las que se nos puede pasar por alto la importancia que tiene sobre la salud del paciente algo tan nimio como el hecho de adoptar una correcta postura (antes, durante y después del traslado). Sin embargo, una amplia bibliografía muestra los beneficios que el tratamiento postural tiene sobre la clínica de algunas patologías. Puede observarse como mejora de la función respiratoria, del estado hemodinámico, ayuda a prevenir nuevas lesiones y, lo más importante, favorece la comodidad del paciente.

Seguramente os hayáis enfrentado ya a diversas situaciones de este tipo, por lo que entenderéis a lo que mes estoy refiriendo. Nuestra visión del paciente en esos momentos suele cambiar por completo. Se suele generar un nuevo prisma centrado principalmente en restablecer la hemodinámica del enfermo y evitar cualquier posible complicación. Pero, ¿cuántas veces nos paramos a pensar en su aspecto psicoemocional?, ¿no es cierto que, a mayor comodidad e intimidad, menor ansiedad? Debemos interiorizar el concepto de que la elección postural, además de mejorar la fisiopatología, ha de reportar un cierto grado de confort al paciente.

A continuación veremos las principales posiciones que podemos barajar en función de la patología existente. También es posible realizar cambios en las posturas principales con el fin de adaptarlas mejor a las necesidades del enfermo. Todas las imágenes muestran a los pacientes sobre una camilla de traslado (con las patas plegadas) encima de una bancada (soporte de la camilla en la ambulancia) y con la cabeza en el sentido de la marcha, excepto en el caso de las embarazadas con amenaza de parto prematuro, que veremos al final.

Al igual que en los post dedicados al Triage, hemos realizado una guía en formato PDF  para que siempre la tengáis a mano, y que podréis descargar gratuitamente al final de la página.

Decúbito supino

Decúbito supino: el paciente reposa tumbado en 180º con el cuerpo hacia arriba. Dependiendo de la literatura, es considerada como una de las posiciones más frecuentes de traslado.
Indispensable en casos de politraumatismo para que el alineamiento vertebral se cumpla, previa inmovilización y sujeción (collarín e inmovilizador craneal – comúnmente conocido como dama de elche -, colchón de vacío/tablero espinal). También sirve como postura antiálgica si el paciente flexiona en esta posición los miembros inferiores en patologías de etiología abdominal.

Decúbito lateral

Decúbito lateral: el paciente está recostado sobre su lado derecho o izquierdo. El lado a elegir es importante según la patología. Por ejemplo, en el caso de las gestantes durante el tercer trimestre de embarazo (sin amenaza de parto), debemos pedirles que se coloquen sobre su lado izquierdo, para evitar aprisionar con el peso de su cuerpo la vena cava y que el riego sanguíneo a la placenta y al feto se vea afectado.
También podemos aplicar al paciente la PLS o Posición Lateral de Seguridad, indicada en pacientes con bajo nivel de consciencia en los que no es necesario/no es posible aislar la vía aérea. Para colocar a la persona en esta posición debemos partir del decúbito supino:

  1. Colocaremos el miembro superior por su cara interna flexionado en un ángulo de 90º respecto al cuerpo.
  2. Manteniendo el miembro inferior del mismo lado en posición anatómica (estirado), flexionaremos el hemicuerpo contrario (miembro superior e inferior) simultáneamente y de nuevo en 90º tomando la camilla como eje.
  3. Giramos el cuerpo hasta que quede en posición lateral.
  4. Para alinear la vía aérea y que el paciente mantenga su permeabilidad sin necesidad de una cánula oro/nasofaríngea, colocaremos el dorso de la mano correspondiente al miembro opuesto a la camilla, bajo el pómulo del lado facial contrario.

En el siguiente vídeo podréis ver detalladamente los pasos anteriores para la PLS

Decúbito Prono

Decúbito prono: no es una posición que se emplee con frecuencia, pues el enfermo debe tumbarse con el cuerpo hacia abajo. Estaría indicada en caso de heridas o quemaduras en la espalda, así como problemas vertebrales u objetos enclavados (accidentes, apuñalamientos, etc.)

Semifowler

Semi-Fowler: el paciente se encuentra semi-incorporado, formando un ángulo de 30º respecto al eje horizontal. Muy empleada para traslados estándar, es decir, enfermos sin problemas ventilatorios, circulatorios o neurológicos. Esta posición suele ser cómoda para el paciente pues minimiza la cinetosis por el movimiento del vehículo asistencial.

Fowler

Fowler: el enfermo se encuentra incorporado, formando un ángulo de 45º respecto al eje horizontal. Estaría indicada en pacientes con un grado moderado de disnea, cardiópatas, fracturas de miembros inferiores (con estos correctamente inmovilizados), con cierto grado de confusión u somnolencia.

Fowler alta

Fowler alta: el paciente se encuentra en sedestación, formando un ángulo de 90º respecto al eje horizontal. Recomendado en situaciones de disnea severa, pacientes obesos con dificultad respiratoria, así como en caso de náuseas con posibilidad de vómito sin afectación del nivel de consciencia.

Trendelemburg

Trendelemburg: el paciente mantiene la alineación de la columna vertebral, pero su eje horizontal se ve desplazado elevando miembros inferiores (MMII) por encima del plano craneal. Idónea para pacientes en shock (preferentemente los de tipo hipovolémico y hemorrágico), deshidratación extrema y dificultad de acceso a la vía aérea para intubación orotraqueal (IOT). Algunos estudios ponen en duda la efectividad real de esta posición en el shock, sin embargo sigue siendo un punto fuerte en los manuales sanitarios.

antitrendelemburg

Antitrendelemburg: al igual que en el trendelemburg, se preserva la alineación espinal. Sin embargo, el giro se invierte, y es la cabeza la que se eleva por encima del plano de los MMII. Está recomendada en casos de traumatismo craneoncefálico, sospecha de daños cerebrales y lesiones torácicas que impliquen, a su vez, problemas a nivel medular.

Edema agudo de pulmón

En sedestación con MMII en el aire: el paciente se encuentra sentado con sus piernas colgando en el borde de la camilla. De este modo se consigue evitar una sobrecarga de volemia en casos de edema agudo de pulmón e insuficiencia cardíaca. El líquido secuestrado en el tercer espacio (generalmente edemas) permanece en los MMII y no se reincorpora a la circulación sistémica.

Amenaza de parto

Gestantes con dinámica de parto: la paciente se encontrará en posición de semi-fowler en sentido contrario a la marcha. Para favorecer la posibilidad de alcanzar el hospital antes de que se produzca el parto, se debe insistir a la parturienta que intente cruzar las piernas para frenar la salida del niño. Si existiese sospecha de prolapso del cordón umbilical, con extremo cuidado se ha de colocar a la mujer en posición genupectoral o mahometana para intentar impulsar la presentación hacia la parte superior del canal del parto y, a su vez, disminuir la presión de la presentación sobre el cordón umbilical:

  1. Se colocará a cuatro patas sobre la camilla.
  2. Inclinará el tronco hasta que el tórax quede en contacto con la camilla.
  3. Debe ladear la cabeza a la vez que queda apoyada sobre la mano en una posición que le resulte cómoda.

Quisiera recordar que durante el traslado se debe tener en consideración una serie de factores que pueden afectar negativamente al paciente, especialmente si su situación es grave. Tendremos cuidado con:

  • Las aceleraciones y deceleraciones
  • Las vibraciones
  • Los ruidos

Y si el transporte es aéreo, estudiaremos los efectos que puedan tener:

  • La altura
  • Las turbulencias
  • La temperatura y humedad
  • El efecto estroboscópico (las palas del helicóptero al girar, pueden predisponer a determinados pacientes a sufrir una crisis convulsiva.

Por último me gustaría pediros que si os ha parecido interesante y queréis conocer un poco más en materia de transportes, dejad vuestros comentarios en la parte inferior de la página e intentaré dedicar un post al tema que me sugiráis. Nos vemos la semana que viene.

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Bibliografía:

  1.  Morillo Rodríguez, F. J; Abad Esteban, F; Acebedo Esteban, F. J; Aranda Fernández, A; Barrado Muñoz, L; Cabezas Moreno, A. et al. Manual de enfermería en la Asistencia Prehospitalaria Urgente. Elselvier. Madrid 2007. Págs: 472-487
  2. García Mayorga, A. Medidas específicas ante intoxicación. URG. Guía práctica de intervenciones enfermeras en urgencias. Fuden Formación. Madrid 2011. p. 33
  3. Caravaca Caballero, A. Soporte vital básico y de apoyo al soporte vital avanzado. Adaptado al programa formativo para la obtención de la cualificación profesional de técnico en transporte sanitario. Ediciones para dar y tomar. España 2011. Págs: 69, 70
  4. Medina Aragón, F. J; Gómez Salgado, J; Altea Cabezas, M. A; Álvarez Borrajo, E; Blanco del Valle, A; García Torres, S. et al. Fundamentos teórico-prácticos de la enfermería de emergencias. Urgencias, Emergencias y Cuidados Críticos. FUDEN. Enfo Ediciones. Madrid. Enero 2009. Vol 1. Págs: 278-284
  5. Ramírez, J. V. Algunos accidentes obstétricos. Prolapso de cordón umbilical. Universitat de Valencia. Tema 35. Consultado el día 26 de noviembre 2014. Disponible en: http://www.uv.es/~jvramire/apuntes/passats/obstetricia/TEMA%20O-35%20%282008%29.pdf

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