Post-it! #102

En primer lugar dejad que os agradezca que siguáis una semana más visitando el blog y dejando vuestros comentarios. ¡Oficialmente el blog cumple 3 años!
Parece que fue hace nada y menos cuando publiqué mi primera entrada en este rincón en la que me presentaba y explicaba porqué me había decidido a abrir un blog para compartir mis impresiones lectoras.
Lamento que al final no haya podido organizar una lectura conjunta o un sorteo, como ha sido en ocasiones anteriores, pero entiendo que eso tampoco es lo importante; lo importante es seguir en "la brecha" una semana más; así que os dejo con la pregunta y la cita de esta semana ^^

La Pregunta:
¿Consideras que lees despacio o rápido?
A decir verdad yo considero que leo normal. Vamos a ver, es una cosa tan subjetiva e intrínseca a nuestra persona que todos leemos en "velocidad normal". Quiero decir, a mi no me parece que leyendo pueda variar mi ritmo a más rápido o más lento. No es como correr o caminar. Si que es cierto que tengo fama de leer rápido. Sobre todo en esas ocasiones que lees algo (un blog o una noticia) junto con otra persona y por norma más que general tengo que esperar a que la otra persona acabe para pasar la hoja o hacer scroll hacia abajo.
En cuanto al ritmo de acabar libros… la verdad es que eso es algo más variable. Hay libros que me los bebo, y otros con los que me tiro más tiempo; independientemente de que me gusten más o menos e independientemente de que tenga más o menos tiempo para leer. Hay meses que leo mucho y "muy rápido" y otros en los que leo menos y por lo tanto parece que voy "más lento".

Con respecto a esta última forma de entender la pregunta, lo cierto es que este año si que voy muuuucho más lenta, apenas estoy leyendo nada y cuando me pongo leo poco tiempo. Pero bueno, nadie dijo nunca que esto fuese una carrera ni una competición, ¿verdad? ; )


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La cita:

Las miasmas de la humedad y del sudor que se evaporaba despacio hacían que el candelabro bañara la habitación en una luz tenue, romántica: lo ideal para una cena con vino, flirteos y baile. El vino podía esperar, y cualquier cirujano baila con la muerte de forma rutinaria. El problema era que había olvidado los pasos y flirteaba con pánico.

Escrito con la sangre de mi corazón (Diana Gabaldon)