Desmontando mitos sobre los ereaders:
A estas alturas considero que entradas como éstas no deberían ser necesarias, pero por lo que veo aún no se ha alcanzado un tregua en la "guerra" ereader vs libro-en-papel.
Una llega a intentar ser tolerante y trata de no meterse en ésos bernengenales, pero es que cada cierto tiempo los defensores a ultranza del libro en papel se esgrimen a unas acusaciones que son del todo falsas. Lo que yo no acabo de entender es por qué les duele tanto la proliferación de lectores digitales y se lo toman como algo personal. Que digo yo que lo importante es leer, da igual el soporte. Pero en fin, ahí van unos cuantos mitos respecto a "las deficiencias" del libro electrónico:
Cansan la vista: Éste es uno de los peores y más falsos mitos que les recriminan a los ereaders. Tal y como comenté en el entrada de en qué fijarse cuando elijamos un ereader hay que tener muy claro qué es un lector y qué es una tablet. Que hay mucha gente que no los diferencia, y en éste caso los defensores del libro clásico también los mezclan y desinforman con esta afirmación. Un libro electrónico NO cansa la vista (o bueno, no más que leer un libro tradicional) incluyendo los modelos que tienen luz. Si es una pantalla de tinta electrónica, es un ereader y por tanto no tiene una pantalla que desprende luz drectamente a los ojos.
Se le acaba la batería: En serio?! Si, vale es verdad; pero me pones como desventaja máxima suprema que haya que ponerlo a cargar cada ¿cuanto? ¿Un mes o mes y medio? Los súper-fantásticos smartphones apenas si duran un par de días (y algunos ni eso) y eso no les parece mal. Pero eh! una carga que dura más de un mes y ya cuidao que te pueden dejar tirado leyendo. Sinceramente no creo que esto sea ni una ligera molestia siquiera. ¿Que vas a hacer un viaje? Ponlo a cargar la noche anterior. ¿Que lo usas mucho-muchísimo? Déjalo cargando una noche cuando veas la barra de batería antes de que se agote del todo y no tendrás problemas. Además muchos ereaders permiten seguir leyendo mientras se cargan (otros no).
Y por último, la guinda del pastel. El MITO (sí, con mayúsculas) que me ha hecho escribir este post. Un ebook no se puede firmar ni dedicar. Falso totalmente!!! De hecho no sólo los ebooks si se pueden firmar y dedicar, si no que pueden editarse para corregir erratas, errores de traducción y cambiarles la portada. ¡Se acabó el drama de tener una buena edición o una portada preciosa!, se pueden tener ámbas. (Perdonad el sarcasmo.)
Hay varios métodos para incluir una dedicatoria en el libro, y de hecho, la mayoría no implican editar el código uno mismo, si no que hay aplicaciones que recogen la firma del autor en directo (o en diferido) y se integran en el libro. Algunas de estas aplicaciones necesitan una tablet o teléfono que recoja la firma y en otras es el autor quien tiene las herramientas necesarias para darte un libro dedicado.
En otros casos, tal y como pasó el pasado día del libro, la actualización con la dedicatoria se envía automáticamente a través de la tienda. En este caso, todos los compradores de la novela Cicatriz de Juan Gómez Jurado en amazon, (que tengo pendiente de leer) recibieron una actualización de la misma en sus Kindles.
Si os interesa el tema os dejo con un par de artículos para que conozcáis más acerca de qué aplicaciones hay y cómo se pueden dedicar los ebooks. Aunque éstos artículos sólo hablan de aplicaciones e iniciativas externas y no hablan de la edición en Calibre o Sigil. (Cosa que nos posibilita tanto integrar a nuestros ebooks la firma de su autor como poner una dedicatoria personal si lo vamos a regalar a un conocido.)
Cuando los ebooks se pueden firmar de Toñi Herrero.
¿Cómo firmar un libro electrónico? de Alfonso Romay.
¿Cómo se firma un libro electrónico? de Fernando García para El Pais.
Lo que me da más coraje es que ésto no es nada nuevo. Éste tipo de aplicaciones llevan varios años, pero por alguna causa parece como si no existieran. Yo hace varios años que las conozco, aunque reconozco que como no soy ni de firmas ni de novedades ni les he echado un ojo. Con la edición si, ahí reconozco que he hecho mis pinitos aunque no salgo de lo básico.
¿Vosotros conocíais alguno de estos métodos para firmar libros digitales? ¿Os haría ilusión recibir un ebook dedicado?
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La cita:
el libro es una criatura frágil, se desgasta con el tiempo, teme a los roedores, resiste mal la intemperie y sufre cuando cae en manos inexpertas.
El nombre de la Rosa (Umberto Eco)