Revista Viajes
Lo puedo decir: el día de los enamorados en París no es como todos lo imaginan y obedece más a un invento de las agencias de turismo (para vender paquetes de pocos días a precios exorbitantes) que lo que la ciudad tiene en realidad para ofrecer. La casualidad hizo que estuviera allí el año pasado y lo cierto es que pude comprobar que se lo vive con total normalidad y sin ninguna connotación especial, incluso de un modo muy poco consumista, lo cual me llamó mucho la atención.
Esta foto fué el único testimonio de lo que pude ver de la celebración. El escaparate estaba recién armado, a horas muy tempranas de la mañana, y llenó de color la concurrida calle de Pigalle donde se ubicaba la panadería.
Viendo la calidad de obra de arte que tenían imagino que habrán durado poco en la vidriera. Eso sí, nunca sabremos si los que las compraron fueron turistas o enamorados genuinos.