
Luego de ascender al cerro por Ascensor Concepción, vista desde el Paseo Atkinson

Idem

Testimonio

Ascensor Artillería

La bahía del Puerto de Valparaíso

Ascensor Artillería (medio de transporte para acceder al cerro)

Callecitas que bajan

Callecitas que suben



¡Nada mejor para describir esta especial ciudad que las palabras del hijo pródigo de la poesía chilena!VALPARAÍSO, Qué disparate
eres,
qué loco,
puerto loco,
qué cabeza
con cerros,
desgreñada,
no acabas
de peinarte,
nunca
tuviste
tiempo de vestirte,
siempre
te sorprendió
la vida,
te despertó la muerte,
. . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Fragmento de Oda a Valparaíso, del poeta y Premio Nobel chileno, Pablo Neruda.
Casa típica de Valparaíso
En mi siempre corto recorrido por Valparaíso, en los veranos de 2009; 2010; 2011; 2015 y 2016, he sentido el embrujo del mar y sus playas, del arte, la poesía, de la edificación de estilo inglés de fines del siglo XIX, de los cerros palpitantes de casas que parecen colgadas de ellos y de sus comidas típicas, en una mixtura de ensoñación turística.Biblioteca Pública, reconstruida en parte,
después del terremoto de 1985.
Anónima casa cerca de Avda. Condell
Calles en el bajo de Valparaíso
Desde uno de los paseos, (Paseo Atkinson) arriba del cerro
Caminando por el cerro escalonado

La Sebastiana, última casa de Pablo Neruda

Bajando del cerro

Callecitas empinadas

Costanera de Valparaíso



*Las fotografías fueron tomadas durante los veranos (2009-2010-2011-2015-2016)






