Postizquierda contra la inteligencia

Si gana las elecciones de mayo, como es previsible, Esperanza Aguirre creará un instituto especial para los 200 mejores alumnos que hayan superado la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) en la enseñanza pública de la Comunidad madrileña.

El proyecto ha recibido durísimas críticas de la actual izquierda, la que llamaríamos postizquierda, que al contrario que la de la Transición, está regida por gentes de pocos estudios, que odian la excelencia, la aristocracia de la inteligencia.

Una postizquierda que rechaza que alguien de familia humilde salga de la mediocridad, el botellón, vestirse de gótico y “al loro”.

Que está crecientemente dominada por sentimientos antisistema por rencor hacia una sociedad mundial competitiva, basada en el triunfo del esfuerzo.

Aplaudirían si esos estudiantes fueran atletas físicos, como las niñas esclavas de la gimnasia rítmica o los deportistas de la Residencia Blume, pero ejercitar el cerebro, ser atleta mental, como los de los gymnasium alemanes, es peligroso: los antiguos gymnasium, escuelas de sabios humanistas, rechazaban a Hitler, demagogo sin formación.

Así, pues, hay una visión aristocrática de la sociedad basada en el esfuerzo y en los valores intelectuales, y otra kakistócratica, gobierno de los peores, que aborrecen la excelencia.

El rechazo al proyecto descubre que esta postizquierda posmoderna es capaz de reclamar que no se creen guetos de privilegiados de la escuela pública, cuando más guetos serían las escuelas de élite para multimillonarios a las que mayoritariamente mandan a sus hijos.

Aguirre ha decidido aprender de otros países y del fracaso de los españoles en las mediciones PISA. Una de sus iniciativas, pionera en España, fue la de transformar centenares de centros públicos en bilingües español-inglés.

Elija usted: que le dirijan kistócratas que disimulan su nula formación poniendo en su currículo “estudios de” cualquier tipo, ridículo reconocimiento de que no concluyeron nada, o quienes tienen amplios estudios y preparación, fruto de su esforzado atletismo mental.

--------

SALAS Falta poco para el Día del Libro.