Postlove. Carla Soza
A simple viste, hablarles de un cuento erótico ilustrado en pleno boom de la literatura erótica puede parecer una vuelta de tuerca más o simple oportunismo. Pero nada más lejos de esos montones de novelas que ocupan las librerías y, sorprendentemente, las listas de los más vendidos.Sinceramente, el género erótico no entra dentro de mis gustos aunque reconozco que en el último de año he leído un par de ellos por aquello de "estar al día con las novedades". La conclusión que he sacado es que escribir un libro erótico no lo puede hacer cualquiera, y si lo hace, caerá en la vulgaridad o, aún peor, en la simpleza. Para escribir erótica hay que tener una idea clara de lo que se quiere contar y cómo hacerlo. Saber transmitir. saber hasta donde puedes llegar y, sobre todo, no basar toda la historia en lo erótico. Desarrollar la trama, quiero decir. Es notable la diferencia entre un libro escrito por alguien con experiencia o por quien no la tiene y se lanza a la aventura. El éxito depende, hoy en día, de una buena estrategia de marketing así que las carencias narrativas no son impedimento.
A mediados de año AMComunicación me presentaba un cuento erótico ilustrado. El primero de Carla Soza: Postlove (GrupMTM). Sí, a simple vista me pareció oportunismo, aprovechar la ocasión, el boom de la novela erótica para colar 'otra más'. Sin embargo, leyendo la biografía de la autora una se da cuenta que éste puede ser uno de esos libros en los que el autor sabe por dónde se mueve. Carla Soza, licenciada en Filosofía y Master en Estudios Avanzados de Historia del Arte, dirige su carrera entre la pintura y la literatura, por separado y combinadas como en Postlove. Su trabajo visual se centra, principalmente, en el erotismo y para ello ha estudiado el tema desde diferentes perspectivas: la psicología, filosofía, antropología, sociología y el arte. Sobre el erotismo, además de este cuento ilustrado a colaborado en u proyecto editorial con el escritor suizo Olivier May, Homoplaise. Otros temas que componen su obra artística son el retrato, autorretrato, paisaje urbano, filosofía y las culturas Mapuche y Ona. Colabora con colectivos de arte emergente como el Pasillo Cultural y La Virtual Room, además de realizar diferentes exposiciones.
Soza ha creado un lenguaje propio, lo que proporciona a su obra un carácter propio. Simple y minimalista. Proporciones alteradas, colores planos y grises en contraste con colores primarios. Cuando escribe, utiliza la primera persona a modo de autobiografía semificticia, combinando con narraciones en tercera persona. Utiliza la ironía, la repetición, divagación y descripción.
Podría decir que Postlove es un cuento minimalista, naif. Simple en lo narrativo. Mentiría si les dijera que es una obra imprescindible. Tampoco creo que aspire a serlo. Sin embargo, es correcta y podría tenerse en cuenta sobre todo por la parte ilustrativa.
<<Postlove nace con las cartas editadas por Bea y Elizabeth, dos estudiantes universitarias que eventualmente colaboran en una pequeña editorial, la cual ha decidido publicar un libro con las cartas eróticas que envíen sus lectores.
Entre carta y carta Elizabeth y Bea quedan para ir al cine o al bar y hablan sobre las cartas editadas, mientras tanto Bea pretende acabar un ensayo sobre el erotismo y Elizabeth actuar en su nuevo proyecto de teatro.
Los amantes de Postlove aspiran a lo trascendente y lo encuentran en el mismo instante en el que se entregan al placer; descubren que lo sexual puede llevarlos hacia lo absoluto imaginario, lugar donde los egos se encuentran, fuera del campo de batalla en el cual se suele atrincherar el erotismo.
Estos amantes casi anónimos nos hablan del deseo en estado puro y su posibilidad en el azar. Quieren hacernos dirigir la mirada hacia otros espacios, otros juegos de palabras y otros colores mentales, con los que pintan sus aventuras. Abriéndose a su paso pequeños vacíos que llenan con la melodía de Dionisios, tal y como suena en sus oídos.>>