1.- LIMPIEZA FACIAL. Muchas veces se equipara el desmaquillado con la limpieza facial y caemos en el error de no limpiar nuestro rostro si no nos hemos maquillado.
Es importante entender que para que la piel absorva todos los activos del tratamiento que nos aplicamos, es imprescindible que la piel se encuentre limpie y libre de barreras como suciedad producida por la polución, el humo, el sudor.
2.- TÓNICO. La piel demanda que la reequilibremos después de una limpieza profunda. Escoger el que mejor se adapte a las necesidades de nuestra piel, libre de alcohol.
3.- MASAJE FACIAL.- Aprender a aplicar correctamente los productos de tratamiento para reforzar la firmeza del rostro, oxigenar el tejido y mejorar la piel mediante pequeños masajes reafirmantes.
Bolsas.- No apliques el contorno a toquecitos, opta por un micro masaje drenante que ayude a mejorar el aspecto de tu mirada.
4.- TEXTURA.- hay veces que es mejor optar en el contorno de ojos por una textura en gel. Las moléculas son más pequeñas, permiten mayor penetración, no sobrecargan la zona y suelen ser más drenantes.
5.- PROTECCIÓN SOLAR SIEMPRE.- En invierno y lloviendo también.
6.- VITAMINA C.- Difumina manchas y previene la aparición de nuevas. (Dale al zumo de naranja).
7.- EXFOLIACIÓN SEMANAL.- Excepto en pieles sensibles y reactivas que será cada 15 ó 20 días.
Ultiliza un exfoliante para cara y otro para cuerpo. Deja la piel libre de células muertas, se deshace de la sequedad y se mantiene un bronceado saludable y luminoso durante más tiempo.
8.- DIETA SANA.- Rica en betacarotenos (zanahoria, pimiento rojo, espinaca o calabaza).
9.- HIDRATACIÓN.- Todos los productos que necesites, ya sea un aceite seco antes de tu crema de la mañana, o sobre ella en la rutina de la noche. Máscarilla ultra nutritiva. Y sobre todo bebe mucha agua.
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