Las hormonas incretinas se producen en los
intestinos en respuesta a la ingesta de una comida. Las más conocidas son el
GIP y el GLP-1.
¿Cuál es su
función? Las hormonas incretinas llegan al páncreas a través de la sangre,
donde estimulan la producción de insulina. Hay que destacar que este efecto
solo se produce cuando la glucosa sanguínea está elevada, no cuando está normal
o baja. Por lo tanto, no producen hipoglicemia.
El GLP-1,
además, hace que el páncreas produzca menos glucagón. Recordemos que el
glucagón es una hormona que hace que el hígado produzca más glucosa, la cual
vierte en la sangre. El efecto final del GLP-1 es la disminución de la glucosa
sanguínea.
El problema con
las hormonas incretinas es que trabajan durante un período de tiempo muy breve
—dos minutos a lo máximo— pues son degradadas por una enzima, llamada DPP-4,
presente en la sangre.
Pero los
científicos han encontrado una manera muy ingeniosa de aprovechar y maximizar
las propiedades de las incretinas, produciendo dos grupos de medicamentos muy
útiles para el tratamiento de la diabetes tipo 2: los inhibidores del DPP-4 y los análogos
del GLP-1.
Inhibidores del DPP-4
Son medicamentos orales que actúan
bloqueando la acción de la enzima DPP-4. Por lo tanto, permiten que el GIP y el
GLP-1 trabajen durante más tiempo, produciendo una disminución de la glucosa
sanguínea.
Los más usados
son: sitagliptina (Januvia), vildagliptina (Galvus) y linagliptina (Trajenta). La sitagliptina
fue el primero de esta clase y es el más popular. La linagliptina tiene la
ventaja que se puede usar en la insuficiencia renal.
Indicaciones. Están
indicados como tratamiento inicial de la diabetes tipo 2 o en combinación con
otros medicamentos orales o insulina.
Efectos secundarios. Estos
medicamentos son seguros y con muy pocos efectos secundarios. Son ideales para
usarse en ancianos porque no producen hipoglicemia, ni retención de líquidos.
Rara vez producen una alergia caracterizada por urticaria e hinchazón.
Análogos del GLP-1
Son compuestos sintéticos que se
administran mediante inyección subcutánea. Se les llama “análogos” porque su
estructura química es parecida a la del GLP-1. Pero tienen la ventaja adicional
de que no son degradados por el DPP-4, por lo que durante mayor tiempo.
Los análogos del
GLP-1 actúan aumentando la producción de la insulina y disminuyendo la
producción de glucagón. El efecto final es, pues, disminuir los niveles de la glucosa
sanguínea.
Existen tres
medicamentos de esta clase: exenatida
(Byetta), liraglutida (Victoza) y exenatida de acción prolongada
(Bydureon). El Byetta se usa dos veces al día; Victoza, una vez al día, y
Bydureon, solo una vez a la semana. Y ya se está trabajando en sustancias que
solo tendrán que usarse una vez al mes.
Estas medicinas
ya se están usando exitosamente en EE.UU. y Europa, incluyendo España.
Esperamos que pronto también estén disponibles en América Latina y el resto del
mundo.
A todos nos
intimida la idea de inyectarnos. Pero la aguja que se usa es pequeña y fina,
por lo que resulta indolora. Se debe administrar debajo de la piel en el
abdomen, muslo o cara posterior del brazo, igual que la insulina.
Sus efectos
farmacológicos los podemos resumir en la siguiente lista:
* Disminuyen la
glucosa sanguínea
* No producen
hipoglicemia
* Disminuyen el
apetito y ayuda a perder peso
* Disminuyen la
presión arterial
* Bajan el
colesterol
* Disminuyen la
grasa del hígado
Indicaciones. Los
análogos del GLP-1 están aprobados para el tratamiento de la diabetes tipo 2,
en adición a medicamentos orales, cuando estos no hayan podido controlar la
diabetes. Sin embargo, algunos médicos los usan como terapia inicial. No están
indicados para usarse en la diabetes tipo 1.
Efectos
secundarios.Los
efectos secundarios más frecuentes son náuseas, vómitos y diarreas, sobre todo
al principio, pero que tienden a desaparecer con el tiempo. Por eso se recomienda
empezar con dosis bajas.
© Derechos Reservados 2013 Juan Luis
Fernández
Tomado de mi libro “Diabetes: guía
médica y nutricional”