Revista Cultura y Ocio

Pozo de la Nieve del Real de San Vicente

Por Pablet
Pozo de la Nieve del Real de San Vicente¿Dónde se encuentra el Pozo de la Nieve....?
Según bajas hacia el Convento y en una curva muy pronunciada, a la derecha encontraréis un camino.
Pasados unos 200 metros veréis un pequeñísimo camino (a la izquierda) que se ha abierto por las pisadas...
La foto justo de abajo está realizada al pie del camino y al fondo está la entrada (primera foto).
Este es el camino pequeñísimo que ya he descrito.....
Pozo de la Nieve del Real de San VicenteUna vez que entras a unos 50 ,o 60 metros veréis la verja de seguridad que rodea al pozo...
Si os subís al muro de piedra...........¿MUCHO CUIDADO!
Y ahora a disfrutar del sitio.......
Cuentan que el pozo estaba techado y tenía puertas. Pozo de la Nieve del Real de San VicenteEste gran almacén "helado", tenía una forma de conservación muy curiosa y efectiva:
En el suelo del pozo se ponía una base de paja, luego una capa de nieve (bien compactada), encima otra capa de paja que lo cubría todo, otra capa de nieve...y así hasta llegar al límite de su capacidad.
El nevero artificial es un pozo excavado en la tierra con muros de contención, de pequeñas o grandes dimensiones e incluso con techo, 
Dispone de aberturas para la introducción de la nieve y posteriormente la extracción del hielo
Pozo de la Nieve del Real de San VicenteEn diferentes partes de España se les conoce con otros nombres, como nevera o pozo de nieve.
Origen y usos
La actividad de los neveros artificiales es conocida desde tiempos de los romanos (200 a. C.); su gran desarrollo tuvo lugar entre los siglos XVI y XIX, y ha sido utilizada hasta el siglo XX, cuando, con la invención de las máquinas frigoríficas, aparecen las fábricas de hielo y más tarde los frigoríficos domésticos, caen en desuso. Hasta ese momento la conservación de alimentos se realizaba gracias a la salmuera, los adobos, las conservas o el aprovechamiento de la nieve. Este último sistema fue la base para un trabajo y una profesión que pervivió hasta aproximadamente 1931.
En la antigüedad clásica los médicos ya prescribían la utilización del frío con fines medicinales. Este uso se recuperó con fuerza en el Renacimiento. La primera obra monográfica europea sobre este tema, al parecer, es del médico valenciano Francisco Franco, originario de Játiva y se titula Tratado de la nieve y del uso della(Sevilla, 1569). Además de las aplicaciones médicas y de conservación, existe la vertiente lúdica de consumo de alimentos fríos o helados, tanto sólidos como bebidas. Dos años más tarde el médico hispalense Nicolás Monardes publicó el Libro que trata de la Nieve y sus propiedades; y del modo que se ha de tener en el bever enfriado con ella; y de los otros modos que ay de enfriar, en Sevilla 1571. Hasta mediados del siglo XVII aparecen tratados como el de Juan de Carvajal, Utilidades de la nieve, deducidas de la buena medicina (Sevilla, 1611), Methodo curativo y uso de la nieve (Córdoba, 1640) del doctor Alonso de Burgos.
Pozo de la Nieve del Real de San VicenteEl Reino de Valencia fue uno de los principales consumidores de hielo de España. A finales del siglo XVIII el libro Llibre de conte y rao del arrendament de la neu y nayps permite evaluar la cantidad de nieve que llegaba a la ciudad de Valencia en unos 2 millones de kg., aunque durante el transporte se perdía una cantidad no declarada. Desde el puerto de Alicante se exportaba nieve a Ibiza y el norte de África.
 Entonces se daban una serie de factores que favorecían este consumo: una red de ciudades litorales con formas de vida refinadas, veranos calurosos, albuferas con enfermedades en cuya terapia intervenía la utilización del frío. Algunos autores han relacionado el consumo de frío con cierto nivel de desarrollo económico y cultural.
Los usos terapéuticos más comunes del hielo han sido: rebajar la temperatura en los procesos febriles, los producidos por la epidemia del cólera, como calmante en casos de congestiones cerebrales y particularmente en la meningitis, detener hemorragias y como anti-inflamatorio o en los traumatismos, esguinces o fracturas.1
La progresiva implantación de fábricas de hielo a partir de 1890 en diversas ciudades fue dejando de lado la red de neveros artificiales y la producción de hielo aprovechando el clima. Hasta entonces se aprovechaba un recurso natural (renovado anualmente) de manera sostenible, aunque dependiente del clima, lo que daba épocas de escasez de hielo frente a otras de grandes nevadas que llenaban las montañas de nieve y jornaleros. Un ejemplo de esto último fue documentado por Ferré y Cebrián: "los días 5 y 6 de marzo de 1762, unas 1.000 personas y 700 caballos se esforzaban en el Carrascal de la Fuente Roja y el Menejador".La producción del hielo[editar]
Pozo de la Nieve del Real de San VicenteFragmento de la pintura Els nevaters de la Massanella de Jaume Nadal en 1750, que muestra la recogida de nieve en la sierra de Tramontana (Mallorca).
Los trabajos en los neveros comenzaban en primavera después de las últimas nevadas. Cortaban la nieve con palas y la llevaban a los pozos de nieve, donde la prensaban para convertirla en hielo. Al pisar la nieve ésta se compactaba con doble finalidad: para disminuir el volumen ocupado y para que se conservara más tiempo en forma de hielo. Después se cubría con tierra, hojas, paja o ramas formando capas de un grosor homogéneo.
Pozo de la Nieve del Real de San VicenteYa en verano, se cortaban bloques de hielo que eran transportados a lomos de bestias de tiro (caballos o burros) durante la noche para evitar que se derritiera, hasta los puertos y núcleos urbanos más cercanos donde eran comercializados. La dureza del trabajo debía ser impresionante. Los neveros (trabajadores de la nieve) no disponían de abrigos y calzado moderno, y trabajaban en condiciones de frío intenso acumulando la nieve en los pozos.
A principios del siglo XX, con la aparición de la producción de hielo en forma industrial, las viejas neveras (llamadas así porque se usaba la nieve) sustituyeron el hielo de nieve por barras de hielo industriales y, posteriormente con la popularización de los frigoríficos domésticos, se dejó de depender de la meteorología. Quedaron entonces obsoletos los almacenes de hielo y de nieve, así como las técnicas de recolección, almacenaje, extracción y transporte.

Fuente: Wikipedia
http://elrealdesanvicente13.blogspot.com.es/2012/12/el-pozo-de-la-nieve-ii-guia-para-llegar.html

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