Revista Coaching

Práctica 3R-Herramienta de Relaciones Humanas

Por Planemprendedorweb

Entendemos por Práctica 3R un conjunto útil de herramientas de interacción humana para el ámbito laboral, fundamentalmente para la relación con los colaboradores.

La primera R nos remite al concepto de RESPETO, sustrato básico de toda relación constructiva entre personas; para poder operar en las relaciones se debe contar con una plataforma de respeto, de consideración por el otro en cuanto tal, a quien le reconocemos su individualidad y sus derechos. De modo práctico expresamos nuestro respeto a través de la CORTESÍA: modos correctos de comportamiento que “lubrican” los posibles roces a los que estamos expuestos en el fragor de la vida laboral; la LEALTAD es otro componente clave del respeto que consiste en asumir la defensa pública de nuestros colaboradores, de no caer en la crítica de ellos en el debate público y expresar en cada oportunidad nuestra solidaridad con su desempeño. Asumimos así la responsabilidad de nuestro liderazgo y nos constituimos en un referente de lealtad para inculcarla. Completamos esta trilogía del RESPETO con la EXPECTATIVA POSITIVA: por defecto suponemos que nuestros colaboradores van a desempeñarse correctamente, de inicio cuentan con el beneficio de la duda positiva, esperamos lo mejor de ellos y actuamos (es decir decimos) desde este supuesto.
Una vez que contamos con los sólidos cimientos del respeto, podemos prácticar con generosidad la segunda R que se refiere al RECONOCIMIENTO. Se trata de hacerles conocer a nuestros colaboradores que nos damos cuenta de que su trabajo es correcto. En esa línea, aprovechamos las oportunidades cotidianas para que sepan que entendemos que nos damos cuenta de las cosas que hacen bien en sus tareas. RECONOCEMOS el trabajo bien hecho, nos damos cuenta y se los comunicamos. No hay que hacer desfiles triunfales ni discursos gloriosos, alcanza con una palabra, con un agradecimiento, con cualquier gesto que manifieste nuestra conformidad con el modo de realizar las tareas. RECONOCEMOS el trabajo normalmente bien hecho.

Finalmente, la última R corresponde a las RECOMPENSAS. Aquí lo que practicamos es la entrega de premios como RECOMPENSA por el desempeño extraordinario de las tareas; procuramos que nuestro colaborador reciba alguna clase de “trofeo” por la realización de algo extraordinario. Tenemos que dejar muy en claro la relación entre los hechos: el premio es por la contribución extraordinaria, es por ello que es muy conveniente que la entrega de la RECOMPENSA y el acto que lo motiva estén muy próximos en el tiempo.


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