“Todo el mundo tiene una marca personal, pero la mayoría de la gente no es consciente de este hecho y no la gestionan de forma estratégica, coherente y efectiva. Deberías hacerte con el control de tu marca y del mensaje que envías y de cómo afecta a cómo te perciben los demás. Eso te ayudará a crecer activamente y a diferenciarte como profesional excepcional.” (Hubert Rampersad)
Cuando hablamos de “marca“, se nos viene a la cabeza un producto o servicio con un logotipo y quizá un eslogan que ofrece unas cualidades como un pan de molde, un refresco de burbujas o un seguro a todo riesgo. Sin embargo, extrapolado a las personas, el self-branding o la marca personal, es hoy en día uno de los conceptos más explotados por aquellos que quieren destacar, ofrecer algo, aportar valor y ser únicos como una marca, para construir un concepto en torno a su identidad que distinga aquello que hace utilizándolo, por ejemplo, para lanzar su propia empresa, para encontrar trabajo, para posicionarse como especialista en un determinado ámbito.
Todo el mundo puede tener su propia marca, y aprender a potenciarla a través de diferentes acciones, aportando originalidad y novedad y distinguiéndose de aquellos que hacen lo mismo. El resumen para una buena estrategia de self-branding podría ser: ¡Hazlo diferente!
En la Mini Guía que te traigo hoy, hablaremos un poco más de este concepto, a medio camino entre el marketing y la psicología. ¿Quieres saber cómo potenciar y sacarle brillo a tu marca? Let’s go!