En condiciones normales el bebé aprende a sentarse por sí solo y a gatear casi al mismo tiempo (entre los 8-10 meses). Que uno sea antes o después que el otro no es importante, aunque ambas ocurren después de que éste sepa girarse de boca arriba a boca abajo (y viceversa); algunos también se arrastran o al menos giran sobre su ombligo (como si describiesen un círculo en el suelo).