Para quienes vamos en busca de arte a Praga, parte del itinerario está focalizado en Hoteles y Cafeterías, ya que la Praga más modernista, la del Art Noveaux /jugendstill se encuentra en edificios y cafeterías que hoy son hoteles, y precisamente es porque sus artistas y arquitectos querían darle a su arte una promoción internacional. Aparte de esas obras paradigmáticas, hice descubrimientos al azar en mi ruta y que me llevaron a encontrar edificios tan magníficos como Casa Rott en Namesti Plaza, que hoy es el Hard Rock Café, o el U Novaku que hoy es una emblemática galería comercial con cine construída en 1878.
Casa Rott , hoy Hard Rock Café
Más adelante, buscando la Galería Lucerna, sin saberlo ya que ésta tiene entrada por varias calles, fui descubriendo algo del interesante urbanismo que tiene la ciudad ya que es muy fácil encontrar pasajes en casi todas las manzanas del centro, que te sorprenden con pequeños munditos dentro de las fachadas, o con pasadizos convertidos en centros comerciales que todavía mantienen la impronta de la época en que fueron creados, Descubres marquesinas de bronce, espejos, mucho cristal, alusiones decorativas a la naturaleza, y lo más interesante es que muchas de las tiendas tienen un comercio que todavía no se ha dejado invadir por la globalización de marcas y modos de consumir. No es difícil encontrar tiendas que parecen de los años 60, pero con el estilo y estética del comunismo.
Asi es que por fin dí con el Hall principal de la GALERIA LUCERNA (calle Vodičkova 36) al que se accede por distintas calles, y me maravillé, como suponía, con el caballo patas para arriba de.St. Wenceslao.Tuve la suerte de poder sentarme a disfrutar de él en las mesitas que hay en un negocio de vinos y quesos, donde nos sirvieron un plato de parmesano con vino austríaco semidulce blanco que estaba estupendo.
También se puede subir a la cafeteria o Kavarna del espacio y disfrutar del caballo a la misma altura de la que cuelga. El edificio fue construído por el abuelo de Vaclav Havel entre los años 1907 y 1920, y siguen útiles el cine tal como fue pensado y varios comercios que parecen no haber sentido el paso del tiempo, como el café St. Tropez, donde se puede degustar pastelería francesa. Me pareció un lugar sencillamente fascinante ya que te permite perder noción del tiempo en sus laberínticos pasillos donde todavía se mantienen negocios horrendos de la época comunista con algunos que parecieran querer demostrar que se encuentran en el siglo XXI.
De ahí salimos por la salida que dá a la Plaza de San Wenceslao. Ahí me enteré que Vaclav es el nombre checo de wenceslao. Y entonces, como si lo tuviera programado en el GPS de mi ruta, doy de frente con el magnífico HOTEL EUROPA, todo un valuarte del art decó, que milagrosamente no cayó en manos de ninguna cadena internacional, y mantiene una impronta propia, autóctona, antigua y hasta podemos decir que pobre. Su fachada tiene toda la belleza con que se construía a principios del siglo XX. Antes de la Primera Guerra Mundial se llamaba HOTEL ERZHERZOG STEPHAN, luego GRAND HOTEL SROUBEK y fueron los comunistas los que le dieron su nombre definitivo.
Hall de entrada del Hotel Europa
Cafetería del Hotel Europa
Te puedes alojar allí en las habitaciones que llaman Louis XV, por alrededor de 100€ la noche , y también por poco dinero, y todavía mantienen habitaciones con baño compartido en el pasillo. ¿Y qué decir de la estupenda cafetería? Vale la pena sentarte a tomar un café o un refresco por el precio de cualquier establecimiento normal, mientras te sientes parte de la oligarquía pensante de los años 20. En ambos sitios serás atendido por camareros y conserjes que en nada responden a la profesionalidad de un hotel de este estilo.
Caminamos por la avenida de San Wenceslao rumbo al imponente edificio que alberga el Museo Nacional al final de la avenida. Imaginaba que no íbamos a poder sortear las escalinatas magestuosas de la puerta,(ya que mi compañero tiene la movilidad reducida) y luego de saber que nos convidan con la entrada a él y a su acompañante, nos mandan a una puerta trasera para buscar el montacargas. Finalmente podemos decir que nos gestionamos solos el ingreso, hasta llegar al segundo piso del edificio, y darme cuenta allí mismo que no me interesaba nada. El museo trata practicamente los orígenes prehistóricos del territorio checo y hace más alusión a temas naturales y antropológicos que históricos o políticos, asi que nos dimos un paseo y a la calle.
Apenas salimos tocaba divisar la vieja estación de tren, ya que era otra de mis metas para saborear del Art decó, y entre sus maravillas , la KAVARNA de la vieja estación. Nos costó encontrarla , ya que ha quedado escondida detrás del edificio de la nueva, moderna, y servicial estación, y con una generosa galería comercial que siempre me gusta escudriñar. A la dificultad inicial había que agregarle la búsqueda de un modo accesible al scooter eléctrico de mi compañero. Tuvimos que andar y desandar pasillos varias veces, y finalmente dimos con la estruendosa maravilla que se encuentra a un costado de los andenes.
Tal y como fue concebida y seguramente sin ningún retoque de mantenimiento en los 100 años que lleva sobre sus paredes , la FANTOVA KAVARNA es para mí una de los lugares más impactantes que he visto en Praga. Me he detenido varias veces a la búsqueda del adjetivo: ¿impactante? ¿bella? ¿bonita?. Pues no se por qué pero este lugar me encantó, tal vez por estar situada en una estación de tren que tanto hace soñar e imaginar, aún cuando en ésta han pasado cosas trágicas. Instalada en la antigua sala de ventanillas expendedoras, en forma de cúpula , la cafetería mantiene todo el encanto de una época. Poco puede pedírsele en servicio y en oferta culinaria, pero no es a eso a lo que venimos a una estación de tren. De todas maneras merece sentarse a un café, y observar el tránsito de pasajeros y de los pocos turistas informados que se dirigen a este punto a hacer fotos. También estuvo aquí en sesión fotográfica la tenista Hanna Kurnikova para un spot publicitario, como varios directores de cine la utilizaron para distintas películas.
Cafetería del Hotel Imperial
Quedan por describir la magnificencia de el Hotel Paris,del Hotel Imperial y del Hotel Central , pero esos quedan para otro post.
Puedes leer más sobre mi paseo por este estilo en Art Decó en Praga.
Y no dudes en alojarte en uno de los hoteles Boutique más bonitos de la ciudad, y en pleno Centro Hotel Irongate