Revista Opinión
Los Partidos Comunistas reunidos en el 13º Encuentro Internacional, en Atenas, el diciembre pasado, han acordado celebrar este 5 de mayo los cien años de creación del legendario diario comunista Pravda, fundado por el partido bolchevique.
Pravda corresponde a la preocupación de Lenin de divulgar las ideas marxistas en la clase obrera y todo el pueblo y, además, de convertir la prensa en un organizador del Partido proletario de vanguardia. Ya en 1901 había creado el periódico Iskra con esos objetivos. Lenin concibe en el “¿Qué hacer?“ el periódico como “una partícula de un enorme fuelle de fragua que avivase cada chispa de la lucha de clases y de la indignación del pueblo convirtiéndola en un gran incendio”.
Lo novedoso de Pravda fue su inserción en el seno de las masas obreras que lo consideraron su órgano de expresión. Se publicaba gracias a los fondos recaudados por los obreros de San Petersburgo. Creó una red de corresponsales y redactores obreros y en un año publicó 11.000 correspondencias obreras. Además permitía a los principales dirigentes bolcheviques dar a conocer sus posiciones a las masas. De 1912 hasta su prohibición por el régimen zarista en 1914 publicó 280 artículos grandes y pequeños de Lenin. Stalin fue miembro de su equipo editorial en 1912 y 1913 y publicó su primera edición.
El diario nace tras la conferencia de Praga en que los bolcheviques deciden crear su propia organización independiente. Sus denuncias y su actividad organizativa llevaron a la temible policía zarista a golpearlo. Dos miembros de la redacción, Molotov y Stalin, son detenidos. En 2 años y 3 meses fue prohibido 8 veces, confiscados 41 de sus 636 números y abiertos 36 procesos judiciales pero la redacción, sin desalentarse, lo ponía en la calle con otros nombres. En julio de 1914 fue prohibido pero la revolución de febrero de 1917 permitió su reaparición.
El diario refleja los debates dentro del Partido en el afán por hacer la Revolución, defenderla y construir el socialismo. De febrero a julio de 1917 integran la redacción Stalin, Kamenev, Kalinin, Muranov y la hermana de Lenin, María Ulianova. Cometen el error de dar apoyo al gobierno provisional de Kerensky y Lenin desde Finlandia, donde intenta escapar a la policía, lanza una batalla para que rectifique su línea, levante la bandera de la construcción del poder soviético y prepare la Revolución. Lenin empieza a enviar sus “Cartas desde lejos” que se convierten en su línea editorial.
En julio el presidente Kerensky cierra el periódico. Tras la toma del poder, en la Revolución de Octubre, Pravda se convierte en el órgano oficial del Comité Central del Partido Bolchevique y más tarde del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS). Se convertirá en el diario más popular de la URSS y en 1975 su tirada de 10,6 millones de ejemplares se agota inmediatamente. En 1977 tiene 9 millones de suscriptores. Pravda orienta a la clase obrera y al campesinado en todas las grandes batallas de la increíble epopeya soviética: derrota de la intervención extranjera y la agresión contrarrevolucionaria, colectivización del campo, industrialización acelerada, defensa de la Patria frente al nazismo, reconstrucción del país devastado, construcción del socialismo desarrollado y del campo socialista.
Durante el proceso contrarrevolucionario llamado “perestroika” la camarilla liquidadora que controla el Buró Político se apropió del diario sabiendo el inmenso prestigio que tenía entre las masas. Su línea cambió y se dedicó a denigrar la construcción socialista y a desmoralizar a los miembros del Partido y a las masas. Los comunistas intentaron dar la batalla desde otro periódico, Sovietskaya Rossia donde escribirán los camaradas Nina Andreyeva y Ligachov. El siniestro anticomunista Alexander Yakovlev, que tomó el control nada menos que del Departamento de Ideología del CC, emplea Pravda para socavar el socialismo asaltándolo por la espalda. La subversión ideológica de Gorbachov-Yakovlev prepara el terreno para el triunfo de la contrarrevolución.
Aun así la burguesía odiaba al periódico por toda su simbología y el golpista pro-imperialista Boris Yeltsin ordena su cierre. Tras no pocos avatares el Partido Comunista de la Federación Rusa (KPRF) se ha hecho nuevamente con el control del diario leninista por excelencia, donde escribieron los mejores escritores soviéticos como Máximo Gorki, Chinguiz Aitmatov, Evgueni Evtuchensko y muchos más, los más heroicos corresponsales de guerra como Ilia Erenburg desde los frentes españoles y Alexander Fadeyev de los frentes antinazis. Diario escrito con la sangre de millones de obreros, campesinos y soldados de la inmensa y fértil Patria que fue la Unión Soviética.
La mejor contribución en el centenario de Pravda es la modernización de la prensa comunista en el siglo XXI en un contexto de fuerte impacto de los media, de novedosos desarrollos tecnológicos y de gigantesca influencia de los grandes monopolios de la prensa que manipulan a la opinión pública, preparan guerras, criminalizan líderes y movimientos y a veces logran llevar al poder a las fuerzas más reaccionarias.
Es evidente que Lenin en 2012 nos recomendaría emplear las nuevas tecnologías de la comunicación, hacer un periodismo creíble, elevar el nivel político de las masas y nunca descuidar la organización política.
En 2012 la necesidad de un periodismo en lucha contra el imperialismo y por la revolución socialista, que sirva de eficaz denuncia, que cree conciencia y fomente la organización que fueron las tareas del Pravda, es más actual que nunca.
Mikel Koba
Tomado de Tribuna Popular