Revista Comunicación

Precio enfriador de botellas

Publicado el 11 agosto 2016 por Johnny Zuri @johnnyzuri

Si se trata de enfriar las bebidas, hay formas y formas. Y si hablamos de enfriar el vino hay cosas que se pueden hacer y otras que no.

PRECIO ENFRIADOR DE BOTELLAS

Para empezar, no seas tan cafre de echar hielo en la copa. Está claro que los cambios radicales de temperatura afectan mucho a los vinos. Es bueno tener un lugar acondicionado para el vino con la temperatura correcta constante. Es preciso identificar el tipo de vino para saber que temperatura es su ideal.

Antes de abrir una botella conviene saber si está a la temperatura óptima para ese vino. Para esto existen termómetros que además no son caros. Termómetros digitales, de vidrio y mercurio, de infrarrojos...

Nunca hay que echar hielo en la copa. Tampoco hay que meter el vino en el congelador. Para los blancos y espumosos es ideal servirlos en una cubitera y así conservar el frío. Cubitera con agua y hielo.

En la Nevera el enfriamiento depende del vino. Por ejemplo el blanco requiere de más de hora y media y el vino tinto un poco más de media hora. Pero lo ideal, por supuesto, es un enfriadores de botellas, que también los hay para otras bebidas y para el agua. Conviene informarse de la gran variedad de productos enfriadores que existen en el mercado. Puede que te sorprenda.

PRECIO ENFRIADOR DE BOTELLAS: Los profesionales, de 400 a algo más de 1000 euros

Especialmente aconsejables son los de las marcas Edesa y Fagor. Por supuesto estoy hablando de enfriadores más adecuados para uso profesional, que rondan precios desde los 400 a más de 1.000 euros. Los más pequeños son para unos 200 l. Y tienen todos control de temperatura, uniones curvas en el interior para que se limpien bien y muchas más opciones interesantes.

Un enfriador de botellas grande para la hostelería tendría una capacidad de unos 580 l. Suelen ser de acero inoxidable.

Para mantener tu agua fría en la botella más tiempo hay también consejos de los profesionales de la hostelería. Pero ese puede ser objeto de otro post. De todos modos en verano hay que ser muy exquisito. Hay bebidas que se han de consumir o beber a 6º, 11º y 12º. Es lo más habitual. Una diferencia de 3º a 5º puede dar al traste con el sabor, el aroma, etc. Y en cuanto al vino, puede ser mortal.

También hay que tener en cuenta la temperatura del entorno, pues esta puede hacer subir, o bajar la temperatura del vino. Si el vino está caliente se disparan el alcohol y el azúcar y eso hace que se pierdan aromas. Y si está demasiado frío notamos aspereza y nuestro paladar no percibe los sabores.

Mejor tener un termómetro de vino y un enfriador de botellas a mano.


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