En el arte de hacer preguntas clave reside la verdadera sabiduría. Por ello, la calidad de nuestro pensamiento reside en la calidad de nuestras preguntas.
Si siempre nos hacemos las mismas preguntas, por lo general, llegaremos a las mismas conclusiones. Por el contrario, si nos atrevemos a hacernos preguntas distintas, preguntas clave, llegaremos a encontrar respuestas y soluciones extraordinarias, o sea, fuera de lo común. El coaching está basado, entre otras cosas, en este tipo de preguntas clave, aunque de cada una de éstas, sacaríamos unas cuantas más, con el fin de profundizar y hacer aflorar las respuestas “verdaderas”. Cuando no profundizamos de esta forma, solemos estar evitando llegar a respuestas que puedan herirnos, aunque después nos demos cuenta de que realmente nos liberan. Son lo que llamamos “toma de conciencia”. Incluso puede ser una “revelación” o una “catarsis”. Pero no todo el mundo está dispuesto, se atreve, a ponerse delante este espejo. También puede ser que simplemente no estemos, en el momento concreto, dispuestos a invertir el tiempo y esfuerzo necesario para contestarnos, “pasamos” de las preguntas clave. Sin embargo, contestar con sinceridad y reflexión a ciertas preguntas, puede ser la solución a puntos clave de nuestras vidas. La pregunta en este caso es:
¿Te atreves?
¿Te atreves a encontrar las respuestas, a tomar conciencia de lo que te limita, o prefieres continuar siendo una sombra de lo que prodrías ser? “To be or not to be. That is the question”.
En este post, que he dividido en dos entregas, indico una serie de preguntas clave que todo individuo debería hacerse alguna vez y contestar con la máxima sinceridad y tras seria reflexión. Es posible que consideres que son demasiadas o demasiado intensas. Te aconsejo que leas la explicación correspondiente a cada pregunta para conozcas el fin de la misma. Si te pregunto ¿Qué valoras más de tu vida?, y no lees la explicación, es posible que respondas “mi casa, mi coche, mis hijos”. Hay que profundizar más. Si eres capaz, si te atreves, a responderlas todas con sinceridad tras reflexionar verdaderamente sobre ellas, te felicito por adelantado.
Espero tus comentarios debajo, o incluso más preguntas o dudas que te surjan…
¿Qué valoro más de mi vida actualmente?
Se trata de que hagas un examen de lo que eres y tienes en este momento que realmente valoras. Aquello sin lo que difícilmente te sería posible continuar.
¿Qué valoro intensamente pero aún no soy o tengo? ¿Cómo lo voy a conseguir?
Esta pregunta trata de resolver el vacío que existe entre lo que eres o tienes y lo que deseas ser o tener. A qué aspiras.
¿Qué soy y tengo en mi vida que no deseo?
La intención de esta pregunta es que tomes conciencia de aquellas cosas de las que te gustaría deshacerte y que sin embargo sigues manteniendo en tu vida.
¿Me valoro y me respeto por lo que he conseguido hasta ahora o siento que podría lograr más?
Esta pregunta es complicada. A priori, casi todos decimos que sí nos valoramos y respetamos pero a medida que profundizamos, suelen aflorar sentimientos que demuestran lo contrario. De lo que se trata es de, si no nos valoramos y respetamos lo suficiente, encontrar la forma de hacerlo.
¿Qué hago que aporte valor de verdad? ¿Para quién?
Si solamente aportamos valores superficiales tanto a nosotros mismos como a los que nos rodean, solemos intuir inconscientemente que no estamos aportando lo suficiente, y eso nos hace sentir mal sin saber por qué.
¿Para qué sirvo/soy útil? ¿A quién le soy útil? ¿Estoy satisfecho/a con mi utilidad o me gustaría serle útil a otras personas?
Muy relacionada con la anterior. Se trata de profundizar un poco más en nuestros valores, lo que es verdaderamente importante para nosotros. No se trata de contestar sirvo para poner una bombilla o poner un plato en la mesa. Hay que profundizar.
¿Qué cosas me digo a mí mismo/a sobre mí?
Nuestro cerebro no deja nunca de funcionar y lo hace a través de lo que se llaman representaciones mentales y el lenguaje. Lo que nos decimos constantemente, aun sin darnos cuenta, da forma a nuestras acciones y comportamientos.
¿En qué grado he dejado que el curso de los acontecimientos dirigiese mi vida en general?
Aunque solemos tomar un puñado de decisiones importantes en nuestras vidas, son precisamente las que nos parecen menos importantes las que configuran el trayecto de las mismas, sin darnos cuenta. Por lo general, solemos dejar que las circunstancias sean las que llevan el mando de nuestra vida.
¿Por qué y quienes me siento más profundamente agradecido? ¿Y por qué y por quienes siento lo contrario?
A veces nos centramos tanto en las cosas que nos pasan, lo negativo, que no somos capaces de estar agradecidos por tantas cosas buenas que somos y tenemos en nuestra vida. La segunda pregunta trata de lo contrario. Quizá estamos empecinados en no perdonar a alguien o ni siquiera sabemos que no les hemos perdonado.