Pantalla de la web 'preguntaseloadios.com'. El nuevo catecismo de la Iglesia Católica define la identidad sexual como un don de Dios. Fernando Sebastián Aguilar, cardenal español, considera que la homosexualidad “es una deficiente sexualidad que se puede normalizar con tratamiento”. El cardenal indica que la sexualidad tiene “una estructura y un fin, que es el de la procreación”. Y añade que una homosexualidad que no puede alcanzar este fin está fallando. Lo que no es un ultraje para nadie. Porque en nuestro cuerpo tenemos muchas deficiencias.
Ante semejantes declaraciones, María Gámez, dirigente socialista malagueña, muestra su rechazo. “No son los vientos de cambio que soplan, en apariencia, desde el Vaticano”, dice y recuerda que el nombramiento de Sebastián como cardenal ha sido una elección personal del papa Francisco, amigo del obispo emérito, residente en el Seminario de Málaga. “No son asuntos de la fe éstos sobre los que habla el cardenal, intérprete del propio Papa, que parecía alejado de estas tesis retrógradas, insultantes, anticonstitucionales”.
El nuevo catecismo de la Iglesia Católicase ha granjeado las críticas de todos los colectivos de gays, lesbianas, transexuales y bisexuales, (LGTB) pero, casi dos semanas después, la Iglesia no ha emitido ninguna rectificación. “Cuando vimos la noticia en el periódico –asegura Yerai Gómez, uno de los creadores de la web preguntaseloadios.com, que permite a los internautas preguntarle al mismo Dios sobre su orientación sexual–, nos pareció excesivo que la Iglesia saliera con esos comentarios”. Un Dios flanqueado por sendas águilas, idénticas a las de la bandera preconstitucional, siempre que la respuesta es negativa, pero maquillado y colorido cuando la respuesta es afirmativa.
Se trata de un mensaje envuelto con un tono jocoso, pero que, en realidad, es una protesta, una manera de “recordar a la Iglesia que la educación debería fundamentarse siempre, independientemente de su naturaleza, en la integración y el respeto. Algo que, al parecer, han olvidado”, denuncian los autores. “Queríamos hacer una web que le diera una bofetada al nuevo catecismo” explica Gómez, “Ya que la orientación sexual es un don de Dios y la gente no lo puede decidir, lo mejor es que Dios nos diga de primera mano que orientación e identidad sexual tenemos”, ironiza. Igualmente, se muestra muy crítico con la decisión de la Iglesia Católica de no responder a estas preguntas, cuando fueron cuestionados por si consideraban o no la homosexualidad una enfermedad: “Nunca van a encontrar una respuesta que dar porque es erróneo plantear que pueda ser una enfermedad”, afirma.